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Consumo de alcohol, tabaco y drogas 2 - Actividad laboral inadecuada 1 - Ruralidad 1 NUTRICIONALES - Desnutrición materna 3 - Obesidad 2 PATOLOGIA PELVICO-GENITAL - Cicatriz uterina previa 2 - Pelvis estrecha 2 - Patología genital 3 PATOLOGIA MEDICA-OBSTETRICA - Síndrome hipertensivo 3 - Colestasia intrahepática 3 - Rh negativa sensibilizada 3 - Hemorragia primera mitad del embarazo 2 - Hemorragia segunda mitad del embarazo 3 - Edad gestacional dudosa 2 - Embarazo prolongado 3 - Rotura de membranas ovulares 3 - Gemelar 2 - Macrosomía 2 - Diabetes 3 - Cardiopatías 3 - Anemia 2 - Amenaza parto prematuro 3 - Enfermedades neuropsiquiátricas 2 TABLA II ALTURA UTERINA MATERNA (en cm) PARA CADA SEMANA DE EDAD GESTACIONAL PERCENTILES SEMANAS 10 25 50 75 90 13 8,0 8,0 10,8 11,0 12,0 14 8,5 10,0 11,0 13,0 14,5 15 9,5 10,5 12,5 14,0 15,0 16 11,5 12,5 14,0 16,0 18,0 17 12,5 13,0 15,0 17,5 18,0 18 13,5 15,0 16,5 18,0 19,0 19 14,0 16,0 17,5 19,0 19,5 20 15,0 17,0 18,0 19,5 21,0 21 15,5 18,5 19,0 20,0 21,5 22 16,5 18,5 20,0 21,5 22,5 23
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Pediatrics 2009; 123: e622-e629. 157. Espelt MI, Frezza L, archí L, Sánchez G, Meritano J. Morbimortalidad asociada a recién nacidos Pretérminos Tardíos. Rev Hosp. Mat Inf. Ramón Sardá 2012; 31 (2):50-56 158. Loffin RW, Hablin M, Snyder C, Cormier C, Lewis D, De Franco E. Late Preterm Birth. Rev Obstet Gynecol 2010; 3(1):10-19 Engle WA, Tomashek KM, Wallman C. “Late-preterm” infants: a population at risk. Pediatrics. 2007 Dec;120(6): 1390-401 McIntire, D. D., & Leveno, K. J. Neonatal mortality and morbidity rates in late preterm births compared with births at term. Obstet & Gynecol 2008,111(1), 35-41. Como en todo nacimiento prematuro, también en este subgrupo se diferencian los nacimientos espontáneos, que comprende a los idiopáticos con o sin rotura de membranas y los indicados por condiciones adversas maternas y/o fetales y también a los nacimientos antes del término iatrogénicos. La Mortalidad Neonatal ha sido reportada en una maternidad pública de la Ciudad de Buenos Aires como notablemente aumentada en los recién nacidos pretémino tardíos respecto a los nacidos a término: 2,9 vs 0,49 por cada 1000 nacidos vivos respectivamente (RR 4,1, IC 95%, 3,2-15,7)157 y en reportes internacionales se in- forma una Mortalidad Neonatal 4,6 veces mayor que en los nacidos a término (4,1 vs 0,9 por 1000 nacidos vivos). La Mortalidad Infantil también es muy superior en este grupo respecto al término (8.7 vs 2.5 por 1000 nacidos vivos, respectiva- mente)158. Prematurez iatrogénica o “no
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SERVICIOS DE SALUD 4. Cambiar la composición y el equilibrio de los tipos de atención de salud e incorporar la promoción y la prevención en el modelo de prestación de servicios de salud. 5. Mejorar la capacidad de respuesta y la tecnología de la atención de salud como condición para afianzar la legitimidad social de los servicios desde el punto de vista de la población. 6. Aumentar la importancia relativa de los 5. Incorporar el fomento de los principios de la promoción de la salud en los modelos de gestión de servicios de salud. 6. Prestar atención a las necesidades y expectativas de determinados subgrupos de la sociedad, teniendo en cuenta las diferencias de género y edad, así como otros factores determinantes de índole religiosa, étnica y cultural. 7. Fomentar la participación individual en la adopción de decisiones bien fundadas sobre la propia salud y la salud de los integrantes de la familia. puntos de entrada al sistema asistencial e instituir programas con proveedores de atención primaria de salud que se ocupen de pacientes, familias y comunidades y les ayuden a orientarse en el sistema. 7. Fortalecer el componente de promoción de la salud en los programas de formación de recursos humanos, tanto en las instituciones de enseñanza como en la capacitación continua de los profesionales de la salud. 8. Promover el consenso entre expertos sobre pautas clínicas para la prevención, eliminando los métodos ineficaces, y capacitar, supervisar y evaluar la aplicación de las pautas. 9. Cerciorarse de que las condiciones institucionales faciliten la aplicación de directrices, incluidas las estrategias para modificar las prácticas de los proveedores. 10. Mejorar la comunicación entre proveedores y pacientes, así como entre los servicios de salud y las comunidades, a fin de aumentar la eficacia y la utilidad de la acción. 11. Crear mecanismos que promuevan un compromiso formal y la responsabilidad compartida entre los servicios, por una parte, y los particulares y las comunidades, por la
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muchos de los síndromes autoinflamatorios. Las pruebas de laboratorio confirmarán la presencia de la inflamación du- rante los brotes, mostrando valores aumenta- dos de los parámetros de inflamación (veloci- dad de sedimentación globular [VSG], proteína C reactiva [PCR]), leucocitosis con neutrofilia, etc. También podrán observarse trombocitosis y anemia microcítica. En las formas más gra- ves (CINCA/NOMID) la inflamación puede ser persistente. Algunos pacientes pueden pre- sentar una amiloidosis. Protocolos • Síndromes periódicos asociados a criopirina 215 ©Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente. Protocolos actualizados al año 2014. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/ ISSN 2171-8172 Otras pruebas, como la punción lumbar, per- mitirán confirmar la presión de apertura au- mentada, con un líquido cefalorraquídeo que muestra una hipercelularidad variable (poli- morfonucleares), y/o un aumento de las pro- teínas. Mientras que técnicas como el fondo de ojo o la audiometría permitirán descartar algunas de las complicaciones más frecuen- tes, como el papiledema o la sordera neuro- sensorial. La tomografía computada o la resonancia ce- rebral pueden ser normales o mostrar dilata- ción ventricular leve o aumento del espacio subdural, signos del aumento de la presión intracraneal. Por otra parte, la resonancia con contraste puede mostrar la inflamación a nivel de la cóclea o la captación a nivel de las lepto- meninges. En aquellos pacientes con afectación articular grave pueden observarse lesiones articulares, siendo típica en los casos más graves (CINCA/ NOMID) la afectación de las epífisis de los hue- sos largos y de la
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mismas. El cum- plimiento y aprobación de este estándar supone que el hospital cuenta con una organización local para el control de infecciones hospitalarias, con tiempo asig- nado y funciones definidas. Además, cuenta con un sistema de vigilancia de in- fecciones hospitalarias. La información epidemiológica se analiza y utiliza para detectar problemas y tomar de decisiones. El establecimiento puede documentar la existencia de normativa actualizada en materias de infecciones hospitalarias de acuerdo con la norma nacional y que esta normativa se difunde, supervisa y cumple. En diciembre de 2006, se aprobó la Propuesta metodológica y estudio piloto para la formulación de guías clínicas para pacientes, en el marco del régimen de garantías explicitas. 15 La autoridad de aplicación en materia de vigilancia y control de infecciones hospitalarias es la Unidad de Infecciones Intrahospitalarias del Departamento de Calidad en Salud de la Subsecretaría de Redes Asistenciales del Ministerio de Sa- lud de Chile. Esta unidad se encarga de realizar el diagnóstico actualizado de la situación de las infecciones intrahospitalarias por medio de un sistema nacional de vigilancia epidemiológica, programar estrategias para su prevención y con- trol a través de normativa y capacitación, identificar áreas que puedan requerir investigación específica y evaluar el efecto del programa en el ámbito local. La Unidad de Infecciones Intrahospitalarias está también a cargo de la acreditación de hospitales en relación con las infecciones intrahospitalarias. COLOMBIA El Decreto No. 3.518, promulgado el 9 de octubre de 2006, crea y reglamenta el Sistema de Vigilancia en Salud Pública (SIVIGILA) para proveer en forma sis- temática y oportuna información sobre la dinámica de las situaciones que afec- tan o pueden afectar la salud de la población, con el fin de orientar las políticas y la planificación en salud pública, tomar las decisiones para la prevención y control de enfermedades y factores de riesgo en salud, optimizar el seguimiento
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Paoletti P, Gustavsson G, Russell MA, Saracci R, Gulsvik A et al. Higher dosa- ge nicotine patches increase one-year smoking cessation rates: results from the European CE- ASE-trial. Eur Respir 1999; 13: 238-46. 19. Stead LF, Perera R, Bullen C, Mant D, Lan- caster T. Nicotine replacement therapy for smoking cessation. Cochrane Database System Review. 2008 Jan 23;(1): CD000146. 20. Shiffman S, Fergusson SG. Nicotine patch the- rapy prior to quitting smoking: a meta-analy- ses. Addiction. 2008 Apr; 103(4): 557-63. 21. Stead LF, Lancaster T. Interventions to redu- ce harm from continued tobacco use. Coch- rane Database Systems Review. 2007 18;(3): CD 005231. 22. Cahill K, Stead LF, Lancaster T. Nicotine re- ceptor partial agonist for smoking cessation. Cochrane database of systematics reviews. 2007 Issue 1 Art No CD006103. INSUFICIENCIA RESPIRATORIA: CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN Clásicamente se define la insuficiencia respiratoria (IR) como la situación en la que falla la función principal del sistema respiratorio: el intercambio de gases. En esta situación, el pulmón no logra oxige- nar adecuadamente la sangre arterial y/o no elimina el CO2. Para diagnosticar la IR es necesario re- alizar una gasometría que demuestre una PaO2 menor de 60 mmHg y una PaCO2 su- perior a 45 mmHg respirando aire am- biente a nivel del mar(1). El valor de 60 mmHg sólo es válido a nivel del mar ya que con la altura disminuye la presión atmos- férica de O2 como consecuencia directa de la disminución de la presión baromé- trica. La cifra de 60 mmHg como límite a nivel del mar tampoco se ha elegido de forma aleatoria. Se debe a la forma sig- moide de la curva de
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presencia continua de una persona de apoyo durante la labor y el parto reduce el trabajo de parto, la necesidad de cesárea, el parto instrumental, la necesidad de medicamentos para el dolor y en el recién nacido puntuación de Apgar < 7 a los 5 minutos (526-532). | 30 | Intervenciones Basadas en Evidencia Área de Salud Familiar y Comunitaria :: Proyecto del Curso de Vida Saludable 3. Eritromicina en RPM antes del parto en < 37 semanas Antecedentes Una causa asociada a ruptura prematura de membranas (RPM) antes del parto a término o cerca del término es la infección de la mujer y/o el feto. El tratamiento profiláctico materno con antibióticos puede reducir este riesgo. La resistencia bacteriana a la penicilina y el riesgo de enterocolitis con amoxicilina/ clavulanato ha considerado el uso de eritromicina con buenos resultados. Diagnóstico RPM antes del parto y sospecha evidente de corioamnionitis. Tratamiento Eritromicina 250 mg VO, cada 6 horas por 10 días. Evidencia Reducción estadísticamente significativa de la corioamnioitis, de la morbilidad neonatal incluyendo infección (neumonía), uso de surfactante, uso de oxígeno y anormalidad en el ultrasonido cerebral previo al alta (533-539). 4. Vigilancia del trabajo de parto con partograma Antecedentes Un partograma es una representación visual gráfica de los valores y eventos relacionados al curso del trabajo de parto. Las mediciones relevantes que se incluyen en el partograma pueden incluir estadísticas como la dilatación cervical en el tiempo, la frecuencia cardíaca fetal y los signos vitales de la madre. La vigilancia clínica de la evolución del trabajo de parto puede prevenir, detectar y manejar la aparición de complicaciones que pueden desencadenar daño, a veces irreversible o fatal para la madre y el recién nacido Evidencia Disminuye las
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varse por la tracción del traumatismo. • Por deslizamiento, (mecanismo de tijera o cizallamiento); Pro- ducido por la acción de dos fuerzas que actúan en sentido opuesto. • Por aplastamiento, suelen producirse por caídas desde altura. • Por torsión se produce cuando estando fija un extremo óseo, el otro entra en rotación, o cuando ambos lo experimentan en senti- do contrario. Antonio Soriano Compañ Por último en cuanto a clasificación de fracturas podemos hacer una exclusividad a las referidas a las dístales del peroné, ya que estas fracturas se denominan suprasindesmal la que se produce a distal en el peroné por enci- ma de la sindesmosis Tibio-peroneal distal y la infrasindesmal la que se pro- duce por debajo de esta. Síntomas La existencia del trauma, su intensidad y caracteres, son datos fundamen- tales. Cuando el traumatismo es insignificante, debemos pensar en la exis- tencia de algún proceso patológico que facilite la fractura. En el momento del traumatismo se percibe un chasquido. Dolor, es un síntoma casi constante, es a veces el único síntoma, un sínto- ma valioso es el dolor selectivo a la presión. Impotencia Funcional, está en relación con el dolor y la ruptura de la placa ósea. Equimosis. Deformación, perceptible a veces por simple inspección, en otros casos por palpación. Crecipitación. Inflamación. 36 - Vendajes CAPÍTULO VII FÉRULAS POSTERIORES DE MIEMBRO SUPERIOR Férula Braquiopalmar En capítulos anteriores hemos definido como se debe confeccionar una férula para inmovilización. El caso presente requiere por las características especiales de primera formación para la inmovilización a 90º de flexión de codo, una férula en ángulo recto para poder mantener los 90º de flexión con la resistencia adecuada. Para su confección con la venda
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placentario y la actividad fetal. – Administración de soluciones electrolíticas y transfusión de glóbulos (Ver tema de Reposición de sangre en el Manual de procedimientos). Conducta obstétrica Con feto vivo no viable – Medidas generales anteriormente señaladas. – Valoración integral con posibilidades de inducción del parto, tratando que se produzca por vía transpelviana. 70 – Si en el transcurso de la inducción se incrementa el sangramiento y agrava la paciente, se realizará cesárea. – Amniotomía, siempre que el cuello lo permita, para disminuir la presión intrauterina, que incrementa la infiltración uterina. – Sedación de la paciente. Con feto vivo viable – Medidas generales antes planteadas. – Amniotomía, si el cuello lo permite. – Operación cesárea urgente. Solo es posible el parto transpelviano si se considera que puede producirse en muy poco tiempo y que el grado de dilatación está muy adelantado, además de que no existen alteraciones de la coagulación ni sangramiento que repercuta sobre el estado de la madre o el feto. Placenta previa Es la inserción total o parcial de la placenta en el segmento inferior. Factores de riesgo Existe una fuerte asociación con: – Edad materna avanzada – Multiparidad – Embarazo múltiple – Historia de legrados uterinos a repetición – Miomas uterinos – Operación cesárea Cuadro clínico Sangramiento rojo, rutilante e indoloro, intermitente y progresivo. El estado general de la paciente se corresponde con la cantidad de sangre perdida. En ocasiones no se presenta sangramiento y el diagnóstico es un hallazgo ultrasono­ gráfico, como ocurre frecuentemente con la variedad oclusiva, donde el sangramiento comienza con las modificaciones cervicales. 71 En el examen físico: útero de consistencia normal, presentación alta o viciosa, auscul­ tación del foco fetal normal, el
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inflamadas, enrojecidas y a veces equi- móticas, a la vez hay una cierta cantidad de secreción durante las primeras horas. De inicio, la secreción ocu- lar no es purulenta, los cultivos de dicha secreción no revelan ningún germen causal, a no ser que se produz- ca una infección secundaria. Habitualmente no se pre- senta ninguna complicación ni secuela, aunque es posi- ble que la irritación química produzca algún caso de dacriostenosis. Aunque la conjuntivitis asociada al uso del nitrato de plata no ofrece gravedad importante, se debe siempre analizar con cuidado los antecedentes y síntomas en cada caso para diferenciarla de aquellas producidas por determinados gérmenes patógenos que son las que necesitan un tratamiento rápido y adecuado. b) Conjuntivitis gonocócica. Se trata de una infección conjuntival aguda grave cuya evolución depende del tratamiento. En esta con- juntivitis el agente causal es la Neisseria gonorrhoeae. El contagio en recién nacido se produce en el momento del nacimiento al paso por el canal vaginal si existe in- fección de la madre. Actualmente se ha convertido en una enfermedad rara como consecuencia de los métodos profilácticos y la terapéutica antibiótica específica. Se- gún Hammerschlag, el uso profiláctico del nitrato de plata, eritromicina o tetraciclina ocular después del par- to, ha disminuido esta complicación de 10 a 0,5 %. La infección conjuntival se manifiesta entre los 2 y 5 días de edad. Se han descrito casos presentes ya en el momento del nacimiento; otros casos se han diagnosti- cado después de los 5 días de edad, posiblemente debido a la supresión parcial de la enfermedad obtenida por la profilaxis ocular. Generalmente la afección es bilateral y produce un edema marcado de los párpados. El edema conjuntival puede ser tan pronunciado que las
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ñada de depresión abdominal durante la inspiración y abombamiento en la espiración de un solo lado, que corresponde al paralizado, mientras que en el lado sano el movimiento es inverso. DISTENSIÓN O RETRACCIÓN ABDOMINAL Se debe detectar la distensión o retracción abdomi- nal. El abdomen del recién nacido es prominente y ci- líndrico; la forma cilíndrica es uniforme y regular gra- cias al tono muscular y a la grasa subcutánea, nor- malmente no debe observarse abombamiento de los flan- cos. Los niños pretérminos y los que tienen crecimien- tos intrauterino retardado, al tener disminución del panículo adiposo, pueden perder la uniformidad del ab- domen y en ocasiones los músculos abdominales, sobre todo los rectos, se pueden delimitar con gran facilidad. Estos niños también pueden presentar diastasis de los músculos rectos; en esta situación se nota una exage- rada prominencia abdominal y la diastasis permite que la pared abdominal se abombe entre los bordes internos de estos músculos, sobre todo durante el llanto u otro esfuerzo; este hallazgo no presenta dificultades y tiende a desaparecer antes del primer año de edad. También es frecuente que los prematuros presenten distensión ab- dominal después de las tomas de alimento con una téc- nica incorrecta. Los trastornos hidroelectrolíticos como la hipopotasemia pueden producir hipotonicidad de la musculatura abdominal y distensión. En presencia de una real distensión abdominal debe medirse la circunferencia abdominal en un punto deter- minado por encima y por debajo del ombligo como punto de referencia y continuar la medición seriada de ésta en momentos diferentes. La distensión abdominal puede ser motivada por ascitis, meteorismo, afecciones peritoneales, visceromegalia, masas anormales o tumoraciones abdominales, obstrucción intestinal me- cánica o funcional. La obstrucción intestinal alta por atresia duodenal
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resultará el nudo de la abuela. Los nudos de la abuela no se recomiendan porque tienen tendencia a aflojarse cuando están sujetos a aumentos de tensión. FIG.8a Nudo Cuadrado Nudo Cuadrado a dos manos Nudo de Cirujano - Este nudo se recomienda para las suturas: ETHIBOND* Extra, PROLENE*, MERSILENE*, NUROLON*, y ETHILON*. FIG.8b, c Nudo de Cirujano Nudo de Cirujano Nudos Terminados Nudo Profundo - Hacer un nudo en una cavidad profunda puede ser difícil. El nudo cuadrado debe ajustarse firmemente. Sin embargo, se debe evitar la tensión hacia arriba porque puede desgarrar el tejido. FIG.8d Nudo Profundo Nudo de sutura terminado Nudo con Instrumentos - Este nudo es útil cuando uno o ambos extremos del material de sutura son cortos. Se debe tener cuidado de no comprimir el material de sutura, especialmente las suturas de monofilamento que tienen propensión a dañarse con los instrumentos. FIG.8e Nudo con Instrumentos Nudo de sutura terminado Ligadura Alrededor de una Pinza de Hemostasia - Este procedimiento puede ser necesario para ligar un vaso pinzado o un tejido. Se pueden emplear dos técnicas para este procedimiento, dependiendo del grado de contacto requerido con la ligadura. Fig. 8, 5 missing image! *Marca registrada Endoscopic Knot Tying Techniques During an endoscopic procedure, a square knot or surgeon's knot may be tied either outside the abdomen and pushed down into the body through a trocar (extracorporeal) or directly within the abdominal cavity (intracorporeal). In extracorporeal knot tying, the suture appropriately penetrates the tissue, and both needle and suture are removed from the body cavity, bringing both suture ends outside of the trocar. Then a series of half-hitches are tied, each one being pushed down into the cavity and tightened with an endoscopic knot pusher. Intracorporeal knot tying is performed totally within the abdominal cavity. After the suture has penetrated the tissue, the needle is cut from the
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general y yeso, que es la pauta que se establece directamente en los nifios de mas de 6 meses de edad . En las caderas con luxaci6n reductible, es decir,con Ortolani positive, esta tarnbien indi­ cado un ames de Pavlik y,caso de persistir una inestabilidad a las 3 semanas, se coloca un yeso en flexi6n de unos lOOQ y abducci6n de 60° para 41 L U X A CI O N CONGENITA DE C AD EIc:..:A _ ~ -,- Figura 4.10 Forma incorrecia y correcta de colocar un triplepaiia'. Su objetivoes numiener las caderas en posi­ cion de redllccion. 4-6 sema nas y lueg o volver a coloca r el Pavlik, qu e se mantendra de manera constante hasta est ar seg uros de la completa estabilida d de la cad era y de forma discontinua has ta que no se resuelva la displasia acetabular. En las caderas inestables 0 luxables, es decir con un Barlow positive, dad o que suelen ten­ der a la solucion espontanea, se puede tratar ini­ cialment e con un triple pafi al. Es import ante conocer 10 que pretende un triple pafial : ni mas ni menos que el nino ad opte una postura de reduction . Por tanto no es va lido colocar un pafial encima de otro, ya qu e con ello no man­ tendremos las caderas ni flexionad as ni abd u­ cidas (Fig. 4-10); hay que conseguir un sopor­ te 10 suficientemente ancho que abarque de rodi­ lla a rod ill a y mantenga la posicion de reduc­ cion. De persist ir la inestabilidad a las 3 serna­ nas, se sustituye por un ames de Pavlik, que se ma nte ndra hasta que no sea clinicamente esta­ ble y se haya solucio nado la displasia acetabu­ lar, si la hubiera. Si no se consiguiera la
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ronquera o con dismotilidad en la visión fibroscópica de las cuerdas vocales(33- 35). Sin embargo, la recurrencia de la fístula es muy rara (inferior al 10%); suele manifestarse en el postoperatorio inmediato, pudiendo, inicial- mente, ser tratada de forma conservadora me- diante alimentación enteral durante 4-6 sema- nas(35). En caso de recurrencia persistente, se ha propuesto su reparación endoscópica, la cual parece una técnica sencilla y segura; aunque el agente obliterante está aún por determinar, se han publicado buenos resultados con fibrina ad- hesiva, un compuesto orgánico que da lugar a la rápida formación de tejido de granulación y epitelización precoz, aunque el procedimiento suele requerir aplicaciones repetidas(38,39). La téc- nica suele realizarse con broncoscopia rígida debido a que el pequeño tamaño del fibrosco- pio pediátrico – 3,5 mm – el estándar, impide la manipulación adecuada de los agentes adhesi- vos, pudiendo, además, causar daños al pro- pio instrumento. Infecciones específicas Algunos agentes infecciosos producen le- siones características en las vías aéreas pediá- tricas, cuya simple visión endoscópica puede sugerir su responsabilidad. El lavado broncoal- veolar y/o biopsia bronquial serán de utilidad añadida para la confirmación del diagnóstico de presunción. Mycobacterias Como consecuencia del resurgimiento de la tuberculosis en adultos, se asiste a un incremento de la tuberculosis pediátrica, siendo la afecta- ción bronquial, particularmente frecuente en lac- tantes y niños pequeños. Aunque la patogéne- 72 FIGURA 12. A. Fístula tráqueo-esofágica en el tercio distal posterior traqueal, asociada a atresia de esófago. B.
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organizaciones, clubes, grupos deportivos y otros grupos de la comunidad, a que colaboren en actividades educativas y de promoción. Colaborar en la capacitación del personal de salud, con objeto de lograr una modificación en su conducta, a efecto de obtener una detección oportuna y la atención adecuada. Promover el uso consistente y correcto de los condones de látex (masculino) y/o poliuretano (femenino) en prácticas sexuales de carácter coital. El personal de salud debe recomendar a la población infectada con el VIH/SIDA: Realizar prácticas sexuales seguras y protegidas (usar condón de látex o de poliuretano). No donar sangre, semen ni órganos para trasplante. No compartir objetos potencialmente contaminados con sangre (agujas, jeringas, cepillos de dientes, navajas) y, en general, objetos punzocortantes de uso personal. Las madres infectadas por VIH/SIDA no deben amamantar a su hijo, si cuentan con la posibilidad de disponer de sustitutos de la leche materna. Fomentar la salud a través de una dieta adecuada, reposo, ejercicio y apoyo psicológico. Evitar el uso de drogas, alcohol y tabaco. Identificar el equipo, material y ropa probablemente contaminados, para ser desinfectados, esterilizados o destruidos, según sea el caso, tal como lo establece la NOM-087-ECOL-1995. Manejar siempre los tejidos, excretas y líquidos corporales, como potencialmente infectados, y darles destino final por incineración o inactivación viral, mediante esterilización con autoclave o utilizando soluciones de hipoclorito de sodio de 4 al 7%. Los cadáveres deben considerarse como potencialmente infectados y deben seguirse las precauciones estándar; su incineración no debe ser obligatoria. Usar bata, delantales o ropa impermeable, cuando exista la posibilidad de contaminarse la ropa con líquidos de riesgo. Usar
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Ha sido introducida en EE UU y Japón, y aprobada también en España. HERPES Existen varios tipos de virus herpéticos. El tipo 1 ocasiona farin- gitis y el herpes labial, que es más frecuente en las mujeres y a veces es recurrente, en relación con la menstruación o la exposición solar. El virus herpes tipo 2 ocasiona infección genital y se transmite por las relaciones sexuales. Causa erupción vesicular a veces muy dolorosa. MONONUCLEOSIS INFECCIOSA Otro virus del grupo herpes, el virus de Epstein-Barr, ocasiona una infección muchas veces asintomática, generalmente en la infancia. Más del 90% de los adultos tiene anticuerpos contra la enfermedad. En ocasiones causa faringitis y adenopatías, y más raramente, una enfermedad importante, con hepatitis, esplenomegalia e intensa astenia. Se transmite por la saliva, tanto por gotitas al hablar, como por fó- mites contaminados (vasos, bolígrafos) o por el contacto persona-per- sona (besos). Suele ser autolimitada y la principal complicación puede ser la ro- tura esplénica, generalmente por traumatismos en el tórax o abdomen. No existen actualmente vacunas contra los herpes ni la mononu- cleosis infecciosa. ENFERMEDADES VIRALES DE LA INFANCIA: SARAMPIÓN, RUBÉOLA... 263 La gripe es una enfermedad respiratoria viral potencialmente gra- ve, transmitida persona a persona mediante gotas de secreciones res- piratorias. Etiología Existen varios virus causantes de gripe o influenzavirus. Pertene- cen al grupo de los Orthomixoviridae, y se distingue un virus A, B y C. Contienen ARN y una cápside en la que se hayan dos proteínas, la hemaglutinina y la neuraminidasa. La hemaglutinina es fundamental para la entrada del virus en las células y la neuraminidasa participa en la salida o emisión de los virus reproducidos
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lizando la actividad deporti­ va. S610 en casos extremos hara falta resecar la punta lesionada de la rotula. QUISTEPOPLlTEO Se trata de un quiste sinovia l que aparece en la parte pos terior de la rod ilia, en el hueco pop li­ teo y preferentemente hacia ellado interno entre la inserci6n proximal del musculo gemelo inter­ no y el semimembranoso. Se aprecia y se palpa mejor con el nino en decubito prono y con la rodilla en extensio n, con 10 qu e se nota una mayor prom inencia, qu e no aparece en el lado sa no . Flexiona ndo pasiva ­ mente la rodilla se puede realizar una palpaci6n mas profunda para de limitar mejor el abulta­ miento. EI quiste poplfteo sueledepender de Ia sinovial posterior de la ar ticulaci6 n de Ia rodi­ lla, representand o como una hern ia a tensi6n. Ello explica la Iacilidad, dep endiendo de esta tension, con que pueden estos quistes apare­ cer y desaparecer y tarnbien la Iacilidad con que, des pues de extirpados, recidivan; se trata en rea­ lidad de una pa tologfa de la capsula sinovial articular, que persiste au nque se extirp e el quis­ te y por tanto manti ene las condiciones favora­ bles para qu e vuelv a a aparecer. Es por este motivo y porqu e rararnente dan molestias, por 10 qu e es aconse jable evitar su extirpaci6n, a no ser qu e alcanzara un tarnano exagerado. Hay dos afecciones del pie que merecen tam­ bien ser tra tadas. Son problemas mu y locales, pero dificultan la utilizacion de un calzado nor­ mal y por tanto indirectamente influyen sob re la marcha del nino:son el hallux valgus y la una incarnata, HALLUX VALGUS La deforrnidad en hallux valgus existe en el nino y especialmente
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paralítico, que en ocasiones es causa de obstrucción intes- tinal, puede aparecer en el contexto de una neumonía; en este caso la radiografía toráci- ca nos ayudaría a descartar este diagnóstico, aunque no parece el más probable en nues- tro paciente (opción c). Una vez ingresado, se extraería sangre para hemograma, bioquímica, gasometría venosa y estudio de coagulación. El hemocultivo, uro- cultivo y coprocultivo no aportarían mayor ren- dimiento diagnóstico, puesto que el cuadro no sugiere inicialmente una etiología infec- ciosa (opciones d y e). Los niveles hidroaéreos hallados en la ra- diografía confirman el cuadro de obstrucción intestinal. Es ingresado en observación y de acuerdo con el Servicio de Cirugía Pediátrica se decide actitud conservada, colocando son- da nasogástrica y realizando lavados rectales 110 I. Martínez Parapeto, V. Sánchez Tatay a través de sonda de Foley con una mezcla de suero salino fisiológico y enema de fosfatos (700 cc). Se consigue evacuación de escasa canti- dad de material fecal amarillo-verdoso. A las 12 horas el paciente está estable he- modinámicamente, con buen estado gene- ral. El abdomen es blando y depresible con peristalsis ligeramente aumentada. Deposi- ciones caprinas. En la radiografía abdominal de control se observan menos niveles hidro- aéreos, con buena distribución aérea hasta segmento intestinal distal. Pasa a planta de cirugía para continuar valoración evolutiva. Allí se administran 250 cc de enema de gas- trografín, siendo inefectivo. A las 24 horas del ingreso presenta regular estado general. Tº 37,5 ºC. FC 90 lpm. FR 20 rpm. Abdomen más distendido y duro. Peristáltica presente pero escasa. Discreta dificultad
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de aña‑ dir otro fármaco hipolipemiante a una población tratada con estatinas obtienen beneficios escasos o nulos. Así, la ezetimiba reduce los episodios cardiovasculares isquémicos, que eran considerados como un objetivo secundario del es‑ tudio67, y la combinación con fibratos68 o niacina69 no incre‑ menta el beneficio conseguido con la estatina sola. Objetivo de reducción del factor de riesgo. No se dispone de suficiente evidencia para establecer un objetivo terapéu‑ tico de cLDL. Pese a esta ausencia de información relevante para recomendar un objetivo terapéutico, algunas guías clí‑ nicas establecen valores de cLDL de control64, siguiendo, posiblemente, una orientación más pragmática. Mejor estrategia terapéutica. Los ensayos con fármacos hi‑ polipemiantes que presentan como resultado final la modifi‑ cación de la ECV utilizan mayoritariamente la estrategia de comparar una estatina a una determinada dosis frente a pla‑ cebo55 o frente a una estatina con una dosis más alta57. Recomendaciones en dislipemia Recomendaciones con mayor evidencia • La prueba de cribado recomendada es el CT y el cHDL • Las estatinas a dosis que consiguen reducciones mo‑ deradas del cLDL constituyen el tratamiento básico de la dislipemia • Las estatinas a dosis que consiguen reducciones in‑ tensas del cLDL consiguen beneficios adicionales y estarían indicadas, sobre todo, en pacientes con cardiopatía isquémica • Prioritariamente se recomienda el tratamiento con estatinas en los grupos de población con mayor RCV: ECV, diabéticos, riesgo alto mediante tablas de ries‑ go o pacientes con un cLDL elevado • Como recomendación dietética se aconseja modifi‑ car la composición de la grasa de la dieta, reducien‑ do la saturada y sustituyéndola por la
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Debe ser individualizado para cada paciente según el patrón de la cefalea del niño, su tole- rancia al dolor y su estilo de vida. Para los dolores leves o moderados se usan anal- gésicos como (Tabla V): – Paracetamol: 15 mg/kg/4-6 horas (max. 90 mg/kg/día) – Ibuprofeno: 10 mg/kg/6-8 horas (max. 40 mg/kg/día) Tanto el ibuprofeno como el paracetamol tienen un nivel de evidencia científica clase I, con un nivel de recomendación clase A para el ibuprofeno y cla- se B para el paracetamol. Estos analgésicos pueden asociarse con codeína o cafeína, potenciando su acción. Si el paciente asocia vómitos a la cefalea, algu- nos autores recomiendan asociar antieméticos, lo que favorece la absorción del analgésico y el vaciamien- to gástrico, como son: – Domperidona: 5-10 mg/kg/8 horas. – Metoclopramida: 0,2 mg/kg/dosis (máximo 10 mg) s conveniente advertir sobre los posibles efec- tos extrapiramidales. 276 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Urgencias Pediátricas SEUP-AEP TABLA III. Criterios diagnósticos de la cefalea de tensión episódica y crónica Cefalea de tensión episódica • Menos de 15 episodios al mes o menos de 180 días al año con esta cefalea • Duración de 30 minutos a 7 días • Al menos 2 de las siguientes características del dolor: – Opresivo (no pulsátil) – Intensidad leve o moderada (puede inhibir, pero no impedir las actividades) – Bilateral – No aumenta al subir escaleras o con un ejercicio rutinario • Cumple las 2 siguientes características: – No hay náuseas ni vómitos – No existe fotofobia o fonofobia o sólo una de las dos • Se
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crecimiento intrauterino. Para evaluar el crecimiento intrauterino se requiere tener una curva de crecimiento intrauterino (CCIU) que refleje el crecimiento normal del feto en una determinada población. Estas curvas se elaboran en base a un número suficiente de niños nacidos a diferentes edades gestacionales y se determinan los percentiles 10, 50 y 90. Los niños que tienen su pesos entre los percentiles 10 y 90 se consideran adecuados para la edad gestacional (AEG), los que lo tienen bajo el percentil 10 se les considera pequeños para la edad gestacional (PEG) y los que están sobre el percentil 90 se les considera grande para la edad gestacional (GEG). Las curvas también incluyen el crecimiento de la talla y de la circunferencia craneana, lo que permite pesquisar a niños que tengan una talla fuera de los rangos normales (bajo el percentil 10 o sobre el percentil 90) y en el caso de la circunferencia craneana, cuando los valores están fuera de los percentiles 10 y 90 es necesario estudiar si tienen microcefalia o macrocefalia anormales. La primera CCIU utilizada fue la elaborada por la Dra. Lubchenko. Sin embargo, esta fue realizada con niños que nacieron en un lugar de mas de 1000 m de altitud y en una época en que no se excluyeron recién nacidos que tenían causas ahora conocidas de retardo del crecimiento intrauterino (RCIU). Por esta razón es que la OMS ha recomendado que cada país o región elabore sus propias curvas de crecimiento intrauterino de manera de tener un diagnóstico mas preciso del RCIU. Para estos efectos en la Unidad de Neonatología se confeccionó en base a un estudio prospectivo una CCIU (Figura 3.2) que resultó ser más precisa que la de Lubchenko en el diagnóstico del RN PEG con posible RCIU y también de los RN GEG (Figura 3.3). Esta curva ha sido considerada apropiada para Chile por la Sociedad Chilena
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sevoflurane. **La laringoscopia puede provocar parada respiratoria por obstrucción de la vía aérea. ***Pueden visualizarse condensaciones dentro de la tráquea que corresponden al pus. ****Pueden existir infiltrados pulmonares. influenzae b, probablemente secundaria a in- fección vírica. BIBLIOGRAFÍA 1. Martínez Zazo AB, Villalobos Pinto E. Dificul- tad respiratoria alta. Laringitis aguda. En: Do- mínguez Ortega G, Molina Caballero JC, de la Torre Espí M. Manual de Urgencias Pediátri- cas. Madrid. Ergon 2008: 705-17. 2. Bjornson CL, Johnson DW. Croup. Lancet 2008; 371:329-39. 3. Cherry JD. Croup. N Engl J Med 2008;358:384- 91. 4. García Martín FJ, Moreno Pérez D. Laringitis. Protocolos de Infectología de la Sociedad Es- pañola de Pediatría (Internet). Disponible en: http://www.aeped.es/ 5. Genie E Roosevelt. Obstrucción inflamatoria aguda de las vías altas (crup, epiglotitis, larin- gitis y traqueítis bacteriana). En: Kliegman RM et al. Nelson tratado de pediatría. Volumen II. 18ª ed. Barcelona. Harcourt Brace España 2008: 1762-7. 6. Gilbert DN, Moellering RC Jr, Eliopoulos GM, Sande MA, editores. Guía de terapéutica anti- microbiana. 35ª ed. Buenos Aires. Editorial mé- dica AWWE 2005: 85-95. 7. Martinón JM, Martinón-Torres F. Estridor y obs- trucción respiratoria de aparición aguda. En: Casado Flores J, Serrano A. Urgencias y trata- miento del niño grave. 2ª ed. Madrid. Ergon 2007: 335-41.
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rutinaria en las gestaciones de bajo riesgo un test basal, tiene efecto significativo sobre la morbi-mortalidad perinatal. Datos relevantes de la historia clínica de la gestante 149 a. Línea de base. Representa la FCF media. Su frecuencia normal oscila entre 110-160 latidos por minuto. Las alteraciones en la FCF basal son: - Taquicardia, se define como frecuencia cardiaca fetal basal por encima de 160 lpm. Taquicardia basal FCF>160 lpm Leve 160 lpm Moderada 160-180 lpm Grave >180 lpm - Bradicardia, se define como frecuencia cardiaca fetal basal infe­ rior a 110 lpm. Bradicardia basal FCF<110 lpm Leve 110-100 lpm Moderada 80-90 lpm Grave <80 lpm b. Variabilidad. Las oscilaciones en la FCF que ocurren al integrar como frecuencias los intervalos entre latido y latido. Se considera que existen dos tipos de variabilidad: a corto plazo (variabilidad latido a latido producida por la variabilidad normal de los intervalos en el ciclo eléctrico cardiaco) y la variabilidad a largo plazo (la ondulación en el trazado de la FCF con una frecuencia de 3-5 ciclos por minuto). Existe una causa fisiológica de disminución de la variabilidad, en pe­ riodos de sueño (variabilidad disminuida) y vigilia (variabilidad nor­ mal). Estos ciclos pueden durar 20-30 minutos. Datos relevantes de la historia clínica de la gestante 150 Variabilidad Ritmo Amplitud Normal Ondulatorio 5-25 l/m Aumentada Saltatorio >25 l/m Buena adaptación fetal, pero puede llegar al agotamiento Disminuida Comprimido 5 l/m. No es patológico Silente < 5 l/m. Adaptación fetal disminuida funcionalmente (sueño, hipoxia fetal, hipoglucemia materna) Sinusoidal 2-5 l/m Es patológico (premorten)
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otro, se tratará la sintomatología local con recursos ortopédicos (zapatos, plantares, fisiokinesiotera- pia, etc.). La cirugía mejora la patología dolorosa del antepie reumático. La artrodesis MTF del hallux y la resección de las cabezas de los cuatro últimos metatarsianos, descripta por Dwyer (1) es un procedimiento efectivo y con pocas recidivas. (2). -Plantalgias posteriores o "Talalgias plantares" Son cuadros dolorosos de la planta del pie en la región del talón y se los designa como "talalgias plantares" para distinguirlos de las talalgias poste- riores, entre las que se cuentan la osteocon- dropatía juvenil del núcleo de osificación de la tuberosidad posterior del calcáneo (enfermedad de Haglund-Seever) (3), la bursitis retroaquileana, etc. (4). La más frecuente de las talalgias plantares es la debida a la fascitis de la aponeurosis plantar, que se observa en adultos con pies planos y sobrecarga ponderal o en quienes pasan muchas horas de pie. Esta fascia o aponeurosis de in- serción de los músculos plantares se origina en el borde inferior de la tuberosidad posterior del cal- cáneo y si estuviera sometida a un proceso crónico de sobre exigencia mecánica se produciría un cuadro inflamatorio local que provocará dolor y en ocasiones se la osificación de su punto de inserción. (Se denomina "espolón calcáneo"). Es frecuente el error de atribuir el dolor a la presencia del espolón cuando, en realidad, el dolor se debe a la fascitis. El diagnóstico de fascitis plantar se logra por identificación de un punto doloroso a la presión en la zona postero-interna de la planta. La Rx. puede evidenciar la existencia del espolón. Su ausencia no invalida el diagnóstico de fascitis plantar y actualmente la RM pone en evidencia la
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operatoria. o Enfermedad pulmonar Obstrucción de la vía aérea superior Debe sospecharse ante todo paciente que presenta una disnea de instauración aguda, importante compromiso respiratorio, estridor y una auscultación respiratoria normal. Puede deberse a diferentes causas, entre las que se encuentran el edema de laringe, la parálisis iatrogénica de cuerdas vocales, el laringospasmo o la obstrucción por prolapso de la lengua. El diagnóstico es clínico y se requiere un tratamiento inmediato que libere la vía aérea colapsada, la mayoría de las veces en forma de intubación orotraqueal. Aspiración El uso de bloqueantes de la placa motora y depresores del sistema nervioso central provoca incompetencia de los reflejos de la vía aérea superior permitiendo la aspiración del contenido gástrico. Su prevalencia es de 0,8% y se ve favorecida por la presencia de edad avanzada, demencia, EPOC, enfermedad renal, neoplasia activa o enfermedad hepática grave. La obstrucción mecánica de la vía aérea, la neumonitis química y la infección/neumonía bacteriana constituyen los tres síndromes asociados a la aspiración. El tratamineto de la aspiración consiste en la administración de oxígeno asociado a broncodilatadores y glucocorticoides, en función de la clínica y gravedad. Si se sospecha de infección bacteriana se ha de realizar además cobertura antibíotica contra gérmenes anaerobios procedentes de la vía aérea superior. Guía de urgencias médicas en traumatología 90 Tromboembolismo pulmonar (TEP) Se trata de unas de las complicaciones postoperatorias más frecuentes y, a menudo, mortal (2-8%), por lo que es preciso un diagnóstico y tratamiento precoces. Las situaciones asociadas con un mayor riesgo de presentar un TEP son la círugia reciente y la
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La pérdida de la (3): S. Weir Mitchell, W. Keen Jr., G. R. Morehouse: Gunshot Wounds and Other Injuries of Nerves. Ed. Lippincott, Pa.1864. (4): Firpo Carlos A.N. Tratamiento de la parálisis cubital definitiva Bol. Sudamer. Cir. Mano.T.III-A. p. 34-38.1971. (1): Ranvier, Louis A. French physician and pathologist. 1835-1922. (2): Seddon H.J. Three types of nerve injuries. Brain. 66:237. 1943. PARÁLISIS 177 sensibilidad plantar es un trastorno muy grave que lleva al mal perforante plantar (ausencia de sensi- bilidad, no percibe el dolor de isquemia y continúa apoyando: se necrosa) y todas las complicaciones de él derivadas (infección, amputación). La pará- lisis del ciático poplíteo interno o del nervio tibial posterior, que es más rara, tiene una problemática parecida a la anterior y la parálisis del ciático poplíteo externo, que es mas frecuente, provoca pocos problemas sensitivos y sí en cambio, motores (parálisis de dorsiflexores dei pie e inversores con marcha en Stepagge) (Old English) (1). (Al no poder dorsiflexionar el pie en cada paso debe elevar la rodilla para que la punta del pie no roce el suelo y luego asentar el pie en forma plantar, como en un pisotón). -Tratamiento Si se trata de una neuroapraxia o una axonot- mesis. se puede esperar la recuperación espontá- nea. En las neurotmesis se debe operar (sutura del nervio), que se hace con magnificación (lupa o mi- croscopio). Debe efectuarse a la brevedad. En casos de fracasos de la sutura o en lesiones in- veteradas se debe recurrir a la cirugía paliativa de las parálisis, que puede mejorar la función motora
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médico de atención primaria en el control de esos factores, a los que más adelante nos referiremos, es crucial. DEFINICION Enfermedad vascular cerebral: Indica cualquier anormalidad cerebral secundaria a un proceso patológico de los vasos sanguíneos. El proceso patológico incluye, en este caso a cualquiera de los componentes de los vasos sanguíneos así como de su contenido, la sangre circulante y variaciones en su anatomía. Así, estos procesos pueden afectar a la pared vascular (dilatación, disección, rotura, ulceración, aterosclerosis..), a la oclusión de la luz por un trombo o un émbolo, a una alteración de la permeabilidad vascular o a una alteración de la sangre, como cambio en su viscosidad o en sus propiedades de coagulación. La enfermedad vascular puede ser asintomática o dar lugar a dos tipos principales de lesiones: la isquemia, con o sin infarto tisular y la hemorragia. Rara vez, la enfermedad vascular cerebral se manifiesta con síntomas de efecto de masa expansiva (como ocurre en un aneurisma gigante de la arteria carótida interna en el seno cavernoso con un cuadro de evolución 1 progresiva de lesión de pares craneales), cefalea (vg.: arteritis de la temporal, aneurisma sacular), encefalopatía progresiva (hipertensión maligna, arteritis), síndrome de hipertensión intracraneal (como puede verse en la encefalopatía hipertensiva o en la trombosis de senos venosos) o deterioro intelectual, como en los distintos tipos de demencia vascular. Sin embargo, la forma más distintiva de presentación es con el síndrome del ictus. Ictus cerebral: término general que etimológicamente hace referencia a un suceso que acontece de forma brusca. Actualmente su uso se reserva para referirnos a un déficit neurológico focal, de instauración brusca y cuya etiología más probable está en relación
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de color. Este reflejo se puede dividir en tres pasos: abertura palpebral, esbozo de la mirada en dirección al manantial luminoso y sinergia parcial del ojo-cabeza en dirección al punto de luz. Aparece a par- tir de la primera o segunda semana de edad en el recién nacido a término y más tardíamente en el pretérmino. 8. Reflejo cocleo-palpebral. Consiste en el cierre del ojo en respuesta a un rui- do intenso. Este reflejo es de difícil interpretación ya que la sensibilidad al ruido y la respuesta varían de un niño a otro. 9. Reflejo de elevación de los ojos por excitación lumi- nosa. Para explorar este reflejo es preciso separar los pár- pados durante el sueño. Está presente, tanto en el recién nacido pretérmino como en el recién nacido a término. Fig. 6.1. Exoftalmo neonatal motivado por celulitis orbitaria. Cortesía de la Dra. Luisa Guerra Gómez. 76 10. Reflejo de Peiper. Consiste en la caída de la cabeza hacia atrás en opistótono cuando el recién nacido es iluminado de frente con un intenso manantial luminoso. Aparece a partir de la primera o segunda semana en recién nacido a término. Agudeza visual FISIOLOGÍA SENSORIAL Las imágenes recibidas por cada ojo son estímulos de una variada gama de ondas del espectro luminoso que activan a los elementos fotosensibles de la retina. Estos estímulos son transformados en otro tipo de energía que es transmitida hacia la corteza visual por medio de la vía óptica. Del procesamiento cortical de esta información, que en condiciones normales llega simultáneamente de ambos ojos, surge una percepción final: la visión. Los ojos son sólo receptores periféricos de este sistema perceptivo, y necesita del tracto óptico y un adecuado y preciso mecanismo motor para lograr imágenes
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duradera, incrementamos nuestra congruencia aprendiendo de nuestro compañero). Esta situación también dicta nuestro comportamiento, si un padre está emocionalmente destrozado, el otro tendrá que “mante- nerse sereno”. Alguien tiene que preocuparse de la seguridad y ser capaz de conducir hasta casa; si uno de los dos es “un caso perdido” emocionalmente y tiene la habilidad cognitiva mer- mada, entonces el otro miembro asumirá la posición cognitiva. Con el tiempo, las cosas normalmente se nivelan en la rela- ción. La madre que se sentía culpable, por ejemplo, la que estaba segura de que Dios la había castigado por no ser amable con su hermana sorda, fue durante mucho tiempo un caso per- dido. Lloraba copiosamente en cada reunión durante los prime- ros meses. Se quejaba de que su marido era siempre un “anima- 197 molesta porque no se dio cuenta de la sordera de su hijo hasta que el niño tenía un año: “Qué bonito regalo el poder disfrutar de tu hijo durante un año”. Todas estas respuestas llevan a discu- siones muy fructíferas. Como siempre, es el tiempo y el contexto lo que determina el éxito de una respuesta. Compartir es una respuesta que humaniza al profesional. Indica al padre que somos dos personas colaborando para ayu- dar al niño. A veces, no al comienzo de la relación, pedir ayuda a los padres en relación con su hijo puede ser fructífero además de reforzar la relación. Un padre dijo una vez: “Me encanta ir a la escuela y ver que el profesor tiene dificultades con mi hijo; da valor a mi propia experiencia”. Cuando parecemos tan compe- tentes en todo lo que hacemos, a menudo menoscabamos al padre. También podemos compartir cómo nos sentimos sobre la familia incluyendo enfadarnos con ellos si fallan en una expecta- tiva explícita o, por el contrario, decirles lo mucho que significan para nosotros. Lo que busco con la respuesta compartida es la autenticidad en la relación como oposición a la
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malformación. Si ya ha aparecido una malforma- Prevención y tratamiento osteopático 153 Figura 42: Tratamiento preventivo: Una tracción de las aponeurosis se puede advertir ya notar en la edad lactante, mucho antes de que aparezca la escoliosis. Si se soluciona, se evita la escoliosis. ción escoliótica, intenta mantener su movilidad para que no provoque dolores. Lo que uno mismo puede hacer También sirve para la escoliosis leve: El niño debería practicar suficiente deporte, para así reforzar la musculatura (véase también Cifosis, página 149). Bloqueo de la cabeza del radio El hueso del antebrazo que transcurre por el lado del pulgar, el radio, de- semboca con su cabeza en la articulación del codo y allí es sujetado me- diante ligamentos. En un niño de hasta cuatro o cinco años la cabeza del radio, que aún no está completamente formada, puede dislocarse con re- lativa frecuencia, por ejemplo cuando al jugar se tira de la mano hacia arriba. El radio se bloquea detrás del segundo hueso del antebrazo. El nervio radial afectado por esto paraliza el brazo. Identificar de manera correcta El niño tiene dolores. El brazo cuelga flexionado con las palmas de la mano hacia dentro y no puede moverse. Así procede el médico: Mediante un rápido giro hacia fuera y la flexión del antebrazo, el médi- co puede colocar otra vez la cabeza del radio. Así ayuda el osteópata: El osteópata trata la luxación de la cabeza del radio del mismo modo. Lo que uno mismo puede hacer Prevenga y evite tirar de las manos del niño desde la espalda hacia arriba. 154 Osteopatía: una ayuda para su hijo Fracturas de huesos Los huesos se pueden fracturar debido a una influencia violenta, por ejemplo con caídas o accidentes. Identificar de manera correcta Según el tipo de fractura, un fuerte dolor local, hinchazón, incapacidad de movi-
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de los alimentos. Técnicas tradicionales: Salazón Ahumado Encurtido (conserva en vinagre) Secado al sol Adición de especias (pimienta, pimentón, canela, clavo) Faisanaje (permitir el inicio de la descomposición) Técnicas modernas: Congelación Refrigeración Pasteurización / UHT Conservación en envase autoclavado Adición de conservantes Irradiación Estos cuadros son producidos por bacterias o sus toxinas, o por virus. En realidad, no basta que la bacteria contamine los alimentos, sino que es indispensable que prolifere enormemente para que llegue a causar la enfermedad. Para ello se precisa una inadecuada conser- vación: los alimentos para consumo cocinado o elaborados para con- sumo en frío (repostería, ensaladas) han estado almacenados a tem- peratura ambiente. Una medida preventiva es la correcta manipulación de los ali- mentos que evite su contaminación. Para ello es indispensable mani- pularlos con las manos convenientemente lavadas, tantas veces como sea preciso, evitar toser, estornudar o hablar sobre los alimentos, evitar tocarse la cara y la nariz cuando se cocina y llevar la boca y la nariz cubierta con mascarilla cuando se emplata o prepara repostería. La fuente de bacterias (estafilococos) puede ser nuestra piel o las fosas nasales. La segunda medida preventiva, igualmente importante, es man- tener los productos para consumo a temperatura ambiente, refrigera- dos por debajo de 5 °C no más de tres días, y los preparados para consumo en caliente en el día, en depósitos al baño maría, con tem- peratura superior a 65 °C. En ambos casos se inhibe el crecimiento de las bacterias. Otras veces la fuente de bacterias es el huevo (salmonellas) que insuficientemente cocinado o crudo, y mal conservado, produce la en- fermedad. El intestino de las aves o del pescado está sistemáticamente conta- minado con bacterias. También la piel de alimentos de
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frecuente de muertes hospitalarias prevenibles. A pesar de ello, en todo el mundo, un alto porcentaje de los pacientes que tienen indicación de profilaxis no la reciben. Por otra parte, el tratamiento de la embolia pulmonar reduce la mortalidad desde 30% a cifras entre 2 a 8%. Sin embargo, sólo un 50% de los pacientes con embolia pulmonar se diagnostica a tiempo. BIBLIOGRAFÍA 1. Bates S, Ginsberg J, Straus S, Rekers H, Sackett D. Criteria for evaluating evidence that laboratory abnormalities are associated with the development of venous thromboembolism. JAMA 2000; 163: 1016-1021. 2. Breddin HK, Hach-Wunerle V, Nakov R, et al. Effects of a low- molecular weight heparin on thrombus regression and recurrent Radiografía simple de tórax con elevación del diafragma izquierdo y opacidad retrocardíaca mal delimitada. 50 REVISTA MEDICA DE COSTA RICA Y CENTROAMERICA thromboembolism in patients with deepvein thrombosis. N Engl J Med 2001; 344: 626-631. 3. Chanilal S, Eikelboom J, Attia J, Miniati M, Panju A, Simel D, Giusberg J. Does this patient have pulmonary embolism. JAMA 2003; 290:21: 2849-2858. 4. Elliot CG, Goldhaber SZ, Visani L, DeRosa M. Chest radiographs in acute pulmonary embolism. Results from the ICOPER. Chest 2000; 118:33-8. 5. Fedullo PF, Tapson VF. The evaluation of suspected pulmonary embolism. N Engl J Med 2003; 349: 1247- 1256. 6. Grady D, Wenger NK, Herrinton D, et al. Postmenopausal hormone theraphy increases the risk for venous thromboembolic disease. Ann Intern Med 2000; 32: 689 – 696 7. Hampton AO, Castleman B. Correlation of postmortem chest
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el ner- vio como un tubo y se conecta con los mesos vasculares). En el epineuro transcurre la rica vas- cularización del nervio perifé-rico. Si bien existen clasificaciones de las lesiones de los nervios periféricos complejas y completas, para el estudiante de medicina es conveniente ma- nejarse con la clasificación de Seddon (2), que es la más utilizada y conocida. Comprende tres grupos, a saber : : -Grupo I: Neuroapraxia Denota un bloqueo temporario en la conducción nerviosa. Se produce por traumatismo romo, compresión, elongación, etc. Se caracteriza por la interrupción funcional del impulso nervioso; no suele tener problemas sensitivos y la recu- peración se produce en un plazo razonablemente breve. -Grupo II; Axonotmesis Las vainas de los fascículos están indemnes. Sólo se produce interrupción anatómica y funcional del axón. Además del bloqueo completo de la conducción nerviosa, hay degeneración axónica distal a la lesión. Pueden ser producidas por compresión prolongada, traumatismos cerra- dos algo intensos, elongaciones, etc. El pronóstico sigue siendo bueno por la continuidad anatómica del tejido conectivo del nervio periférico. -Grupo III; Neurotmesis Se produjo la sección completa del nervio; pue- de deberse a heridas cortantes, pero también a traumatismo de los miembros, heridas de bala , (Weir Mitchell (3) describió la causalgia en esas heridas, afección muy dolorosa y difícil de tratar), fragmentos óseos de fracturas, lesiones operato- rias, elongaciones importantes (arrancamientos), etc. Se observa degeneración distal del nervio y también algo en la parte proximal. No puede espe- rarse recuperación a menos que se lo suture (neurorrafia). Cuáles son las consecuencias de la sección de un nervio periférico mixto?: a) la pre- sencia de una
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de Denonvilliers y se desarrolla el espacio de Retzius. Se lleva a cabo el control del complejo venoso dorsal profundo y la sección del cuello vesical, identificándose el plano de transición y controlando los pedículos. En este momento, si se desea, se lleva a cabo la preservación neurovascular. Finalmente, se procede a la sección ure- tral, la extracción del espécimen y la realización de la anastomosis (fig. 8-11). La prostatectomía radical robótica es una técnica pre- cisa, aunque no tan poco invasiva como se interpreta. Es una técnica muy cara y, a pesar de que estudios recientes muestran cierta superioridad entre este abordaje y la PRR en series muy amplias de pacientes, posiblemente no resulta coste-efectiva. Además, desde un punto de vis- ta cosmético, los trocares empleados a día de hoy son de gran amplitud. De hecho, se está intentando desarrollar plataformas robóticas para puerto único que consigan llevar a cabo un abordaje transumbilical (LESS robótico) pero, a día de hoy, no se encuentran disponibles. Las complicaciones principales de la prostatectomía radical no dependen tanto del abordaje como de la pro- pia técnica en sí misma. La mortalidad de este tipo de procedimientos es inferior al 1%. La principal complicación es la hemorragia, mayor en el abordaje retropúbico abierto. De hecho, durante la intervención se produce habitualmente una pérdida de sangre aproximada de entre 300 y 1.000 ml. Se ha puesto en evidencia una disminución de la tasa de trans- FIGURA 8-9 ■ Caricatura realizada por un artista del siglo xix que imaginaba la cirugía del futuro mediante artilugios robóticos. FIGURA 8-10 ■ Disposición de los trocares y anchura de los mismos para la prostatectomía radical robótica: A. Esquema; B. Imagen operatoria. 46 Cáncer de próstata
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pulmonar con infiltrados alveolares e in­ tersticiales distribuidos bilateralmente. F. ECG: de 12 derivaciones para descartar signos de isquemia o infarto. Si existen signos de sospecha debe solicitarse CPK y troponinas. Puede mostrar taquicardia, onda T y segmento ST anormal o anomalías del ven­ trículo derecho. También pueden encontrarse arritmias o asistolia. G. Ecocardiografía transtorácica o transesofágica: muestra disfunción del ventrículo izquierdo. H. Anticuerpos monoclonales TKH-2 en suero materno o tejido pulmonar: estos anticuerpos reaccionan con la mucina o el meconio del líquido am­ niótico y tiñen el tejido con presencia de estas sustancias. I. El diagnóstico definitivo es anatomopatológico con la demostración de células escamosas fetales y otros elementos del líquido amniótico en la circulación pulmonar. 5.5. Tratamiento El tratamiento debe ser multidisciplinar y se trata de un tratamiento de soporte de los diferentes tipos de shock que se producen simultáneamente. La paciente requiere monitorización: A. Cardiaca continua. B. Pulsioximetría continua. C. Monitorización fetal continua si se produce preparto. Manejo de las complicaciones postparto 346 D. Tensión arterial intermitente o con catéter arterial. E. Vía venosa. F. Inserción de catéter venoso central o de arteria pulmonar para el manejo hemodinámica. Lo más importante en el manejo del cuadro de embolia de líquido amniótico es la rapidez de la instauración de las medidas terapéuticas: A. Oxigeno: oxígeno al 100 %. Es más importante la rapidez de la instau­ ración que la forma de administración: mascarilla, IOT…, ya que las se­ cuelas más importantes entre los supervivientes son las secundarias a la hipoxia. B.
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su crecimiento y desarrollo, no causarle alteraciones metabólicas, disminuir el apetito y tratar de evitar los problemas psicológicos, objetivos todos ellos que se persiguen durante el tratamiento. Una forma práctica para lograrlos es a través de los siguientes pasos: 1.- Cambiar el hábito alimentario del niño y la familia. 2.- Dieta adecuada para su etapa de crecimiento y desarrollo. 3.- Ejercicio y actividad física rutinaria. 4.- Participación activa de los padres y la familia. 1.- Educar a su hijo: y modificar los hábitos alimentarios familiares, no es tarea fácil, sin embargo se pueden utilizar diferentes técnicas que lo harán más sencillo, y que a continuación recomendamos: a) Control diario. Consiste en que el niño lleve un registro semanal del consumo de alimentos, especificando la cantidad de cada uno de ellos, así como la actividad física que realiza y por cuánto tiempo. Evitar las actividades que condicionan el consumo de alimentos fuera de los horarios de comida, como el ir de compras al supermercado antes de haber comido, tener botanas. Consumir alimentos que por costumbre se acompañen de otros hipercalóricos, como hamburguesas con papas y refresco, pizzas, hotdogs y especialmente lo que se conoce como "comida rápida". Comprometer al niño en la observación de su dieta y actividad física, lo hará más responsable y consciente de su problema. b) Modificar los hábitos dietéticos: Es la etapa más difícil de lograr, ésta puede conseguirse al reforzar los buenos hábitos, como la masticación, el comer despacio, disminuir la cantidad de alimentos, balancear la dieta, evitar las golosinas, tomar agua en lugar de refrescos, no realizar otra actividad simultánea como ver la televisión o distraerlo con juguetes, cambiar los hábitos de toda la familia, plantear metas semanales para evaluarlas e incrementar la actividad física diaria. Durante el tiempo que el niño esté bajo un régimen dietético y acuda a un evento infantil
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placebo-controlled trial of pirfenidone in patients with idiopathic pulmonary fibro- sis. Am J Respir Crit Care Med 2005; 171: 1040- 7. 47. Raghu G, Brown KK, Bradford WZ et al. A pla- cebo-controlled trial of interferon gamma- 1b in patients with idiopathic pulmonary fi- brosis. N Engl J Med 2004; 350: 125-33. 48. King TE, Behr J et al. BUILD-I: a randomized placebo-controlled trial of bosentan in idio- pathic pulmonary fibrosis. Am J Respir Crit Care Med 2008; 177: 75-81. 49. Garneau-Tsodikova S, Thannickal VJ. Protein kinase inhibitors in the treatment of pulmonary fibrosis.Curr Med Chem 2008; 15: 2632-40. 50. Jackson RM, Fell CD. Etanercept for idiopat- hic pulmonary fibrosis: lessons on clinical trial design.Am J Respir Crit Care Med 2008; 178: 889-91. 51. Collard, HR, Moore BB et al. Acute exacerba- tions of idiopathic pulmonary fibrosis. Am J Res- pir Crit Care Med 2007; 176: 636-43. 52. Kim DS, Park JH et al. Acute exacerbations of idiopathic pulmonary fibrosis: frequency and clinical features. Eur Respir J 2006; 27: 143-50. 53. Hyzy R, Huang S, Myers J et al. Acute exacer- bation of idiopathic pulmonary fibrosis. Chest 2007; 132: 1652-8. 54. Olson AL, Huie TJ, Groshong SD et al. Acute exacerbations of fibrotic hypersensitivity pneu- monitis: a case series. Chest. 2008; 134: 844-50. 55. Gaudó Navarro J, Pacheco Galván A, Máiz Ca- rro. Actualización de criterios para trasplante pulmonar en la fibrosis pulmonar idiopática. Arch Bronconeumol 2002; 38: 251-2. 56. Orens
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riesgo más importantes para infección fúngica son la presencia de catéteres o dispositivos intravasculares, la neutropenia y su duración, el uso de anti- bióticos de amplio espectro, nutrición pa- renteral, ventilación mecánica, cirugía pre- via, tratamiento inmunosupresor, presencia de neoplasias y pacientes sometidos a tras- plantes, sobre todo de progenitores hema- topoyéticos. En este último grupo, además son factores de riesgo asociados: el trasplan- te familiar y el no emparentado, la presen- cia de enfermedad injerto contra huésped y la coinfección por CMV. Nuestra paciente sigue presentando Ag galactomanano positivos en sangre. Se soli- cita una PCR panfúngica en Majadahonda que resulta positiva para A. fumigatus y se realizan las siguientes pruebas complemen- tarias: radiografía (Rx) tórax (normal), tomo- grafía computarizadas (TAC) pulmonar y ab- dominal (ver imágenes) y de senos parana- sales para descartar mucormicosis (normal). Niña con fiebre y epistaxis 21 FIGURA 1. TAC abdominal con contraste. Hepato- esplenomegalia. Alteración en la densidad esplé- nica y lesiones nodulares en el parénquima hepá- tico. 4. Respecto a las técnicas de imagen en la infección fúngica, es falso que: a. La radiografía de tórax es una prueba de imagen muy precoz para visualizar pato- logía pulmonar por hongos. b. La TAC es la prueba de elección para de- tectar lesiones fúngicas torácicas. c. La cavitación de las lesiones fúngicas no indica mala evolución clínica del cuadro. d. La técnica radiológica de elección para el diagnóstico de afectación del sistema ner- vioso central (SNC) es la resonancia mag- nética (RMN). e. La técnica
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gotas/min Atención del trabajo de parto, parto y posparto inmediato 57 Dosis Ajustar dosis de acuerdo a la respuesta: contracciones, dilatación Disminuir la infusión: una vez que se han conseguido contracciones frecuentes y que la labor de parto avanza a 5-6 cm de dilatación. Precauciones -- Antecedentes de cesárea. -- Polihidramnios. -- Multiparidad. -- Antecedentes de sepsis uterina o parto traumático anterior. -- Preeclampsia severa y enfermedades cardiovasculares severas. -- Insuficiencia renal; aumenta riesgo de sobrecarga hídrica. -- Utilizar como inductor en labor de parto solamente después de una adecuada evaluación del riesgo/beneficio. -- Durante el parto, puede perjudicar expulsión de placenta y provocar sobreestimulación uterina. -- Se requiere vigilar ingesta y excreta de líquidos cuando se emplean dosis altas o por tiempo prolongado. -- Riesgo de desarrollar coagulación intravascular diseminada, preeclampsia o enfermedad cardíaca grave. Contraindicaciones Hipersensibilidad al medicamento. Desproporción cefalopélvica y otras obstrucciones mecánicas. Sufrimiento fetal agudo. Emergencias obstétricas. Desprendimiento de placenta. Placenta previa total. Prolapso de cordón. Hipertonía uterina. Ruptura o riesgo de ruptura uterina. Presentaciones fetales desfavorables, cuando falla la adecuada actividad uterina para una satisfactoria progresión en las fases del parto. Efectos adversos Frecuentes: náusea, vómito, hipertonía uterina (madre). Trauma fetal. Hiperbilirrubinemia en los neonatos. Poco frecuentes: arritmias (madre y feto), bradicardia fetal, episodios hipertensivos (madre), anafilaxia (madre), afibrinogenemia, hemorragia
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cierre general, gastrointestinal, plástica, etc.). FIG.1 Cajas verticals Cajas medio-verticales Cajas horizontales Combinacíon de cajas Estanted modulares ETHICON* para almacenamiento Cajas Dispensadoras Las cajas dispensadoras alimentadas por gravedad suministran los empaques de sutura de la abertura al fondo de la caja. La abertura puede acomodar hasta ocho empaques de sutura al mismo tiempo para ser retirados. El uso de gráficas, colores, y símbolos en las cajas dispensadoras proporciona identificación del producto. La información necesaria para seleccionar las suturas adecuadas está resaltada en las cajas dispensadoras: • Material de sutura. • Calibre, longitud y color de la sutura. • Diámetro equivalente al calibre y longitud de la sutura. • Tipo y calibre de la(s) aguja(s). • Forma y cantidad (sencilla o doble, mostrada por silueta). • Geometría de la aguja. • Curvatura de la aguja. • Número de código del producto. • Aplicación quirúrgica. • Número de lote. • Fecha de caducidad (cuando se requiere). Se incluye un inserto del producto con información detallada referente al material de sutura dentro de la mayoría de las cajas dispensadoras. Los usuarios deben familiarizarse con esta información, ya que contiene las aplicaciones y contraindicaciones aprobadas por la FDA para cada producto. Todas las cajas dispensadoras de ETHICON* tienen código de color para permitir a los que almacenan las cajas y entregan los paquetes identificar rápidamente las suturas según el material. En algunos materiales de sutura se utilizan símbolos para una mejor identificación. Las cajas dispensadoras deben reemplazarse cuando aparecen las últimas suturas en la abertura de la caja, antes de que la caja esté completamente vacía. Los paquetes no usados de la caja anterior se deben utilizar antes de abrir una nueva caja dispensadora y colocarla en el estante. Esto ayuda a evitar que se mezclen los números de
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finalizar la gestación, si bien su disponibilidad en el país es muy limitada.208 RPM antes de las 24 semanas Se asocia con la mayor incidencia de morbilidad materna y morbimortalidad perinatal. Esta situación representa un dilema para el obstetra. Se decidirá entre manejo conservador o la finalización del embarazo de acuerdo al estado clínico mater- no y la edad gestacional. Definición de parto inminente Alta probabilidad de parto, debido a una o a ambas condiciones siguientes: Trabajo de Parto activo con dilatación cervical de ≥ 4 cm, con membranas ínte- gras o rotas Nacimiento prematuro programado por indicación materna y/o fetal. 124 125 Amenaza de parto pretérmino, atención del parto pretérmino espontáneo y rotura prematura de membranas Antes del límite de la viabilidad se considerarán principalmente los riesgos ma- ternos, así como los resultados neonatales.209 La paciente y su familia deberán recibir por parte del equipo perinatal adecuada información respecto a los riesgos de una rotura de membranas a estas edades gestacionales tan tempranas, de infección materna y feto-neonatal, accidentes funiculares por procidencia o compresión, hipoplasia pulmonar, deformidades de los miembros y cara, Desprendimiento de Placenta Normoinserta, pronósti- co ante nacimiento de fetos previables o en el límite de la viabilidad. En el 50% de las pacientes el nacimiento ocurre dentro de la primera semana de la RPM. La mortalidad neonatal oscila entre el 34%-75% y la corioamnionitis afecta al 24%-71%.210 La latencia y el volumen residual de LA representa un factor importante en la supervivencia de los RN. Uso de antibióticos: Recomendado, aunque no existen datos concluyentes para su uso prolongado.211 Su uso en este grupo de pacientes se ha incrementado en los últimos años de 0% a 97%. Se ha demostrado menor frecuencia de corioamnionitis, mejor sobrevida neonatal y menor
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dolor torácico de origen isquémico: rela- 87 Dolor torácico cionado con el ejercicio, retrocardíaco, de carácter opresivo y difuso, y que puede acompañarse de sín- cope, disnea, palidez, sudoración, náuseas o vómi- tos. Se averiguará si el paciente tiene alguna enfer- medad de base que pueda explicar alteraciones en la exploración (asma, cardiopatía) o que constituya un factor de riesgo: trastornos de la coagulación (embo- lismo pulmonar), enfermedad de Marfan o Ehlers- Danlos (disección aórtica), tumores torácicos, ante- cedente de enfermedad de Kawasaki, enfermedad car- díaca, drepanocitosis, etc. Exploración Debe realizarse una exploración física completa, especialmente torácica y abdominal. Se buscará tam- bién cualquier signo de inestabilidad hemodinámica. Descartaremos que el dolor se origine en la mama o en la piel. Con el movimiento, la percusión y la palpación intentaremos reproducir el dolor y así establecer su eventual origen en la pared torácica (costillas, mús- culos, ligamentos). Pruebas complementarias En el dolor torácico no traumático si la explora- ción cardiovascular y respiratoria es normal no suele ser necesaria la realización de ECG y/o radiografía de tórax. En estas circunstancias estas exploraciones com- plementarias estarán indicadas o justificadas sólo en los siguientes casos: – Si existe dolor intenso. – Si el dolor se ha desencadenado con el ejercicio. – Si se ha acompañado de síncope. – Si tiene algún dato clínico sugestivo de dolor isquémico. – Si percibimos una gran angustia por parte del niño o de su familia. El dolor torácico postraumático leve o modera- do reproducible con la palpación o percusión, y en el que la exploración cardiovascular y respiratoria es normal, generalmente no precisará exploraciones com- plementarias. En los siguientes
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¿Sospecha transfusión >30mL? 300 ug Ig antiD IM x 1 vez Test Kleihauer Betke 300 ug Ig antiD IM cada 25-30mL de sangre fetal en circulación materna Rh(-) Rh(+) (+) (-) NO SÍ NO SÍ SÍ NO NO NO SÍ SÍ (Ver página siguiente) Durante embarazo Puerperio Coombs indirecto (+) SENSIBILIZADA INTRA EMBARAZO (Ver página siguiente) Rh(-) SENSIBILIZADA INTRA EMBARAZO Derivación a ARO Coombs indirecto cada 2-3 semanas Título Ac <1/16 Título Ac >1/32 Seguimiento ecográfico (16,20,24,28,32 sem) + Monitorización UFP ¿Signos ecográficos sugerentes de anemia?5 Seguimiento ecográfico (16,20,24,28,32 sem) + Monitorización UFP Estudio anemia fetal 6 (desde 24-28 sem c/3sem) - AMCT (curva Liley) - Doppler con V max ACM (curva Mari) ¿Anemia moderada a severa? 7 NO NO SÍ SÍ Parto a término Transfusión fetal vs interrupción Rh(-) SENSIBILIZADA PRE EMBARAZO Derivación a ARO No repetir Coombs indirecto 8 1 Anticuerpos asociados a enfermedad hemolítica perinatal: ABO, Rh, Kell, Duffy,c, S. / 2 IgM son de alto peso molecular, por lo que no atraviesan la placenta / 3 FR: Aborto o amenaza de aborto, embarazo ectópico, MOLA hidatiforme, procedimientos invasivos (AMCT, cordocentesis, biopsia de vellosidades, etc), trauma abdominal, metrorragia 2ª mitad emabrazo. / 4 Cordocentesis para conocer grupo ABO, Rh y Hcto fetal y con ello evaluar indicación de transfusión fetal. / 5 Signos: circulación hiperdinámica, aumento de flujo en territorio
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1998;113: 1329- 34. 24. Bilton D. Update in non-cystic fibrosis bron- chiectasis. Curr Opin Pulm Med 2008; 14: 595- 9. C. Prados Sánchez, Mª.A. Juretschke Moragues, J.A. Serrano Peña, C. Villasante Fernández-Montes 256 RESUMEN La valoración de la naturaleza de un nó- dulo pulmonar solitario (NPS) se hace nor- malmente atendiendo al cálculo del riesgo de que la lesión sea maligna, análisis que casi siempre se basa en criterios clínicos y radiológicos. Entre ellos, los que han de- mostrado su importancia como factores in- dependientes y su relación con una alta probabilidad de que la imagen sea malig- na son la edad, el antecedente de un taba- quismo significativo, la historia previa de cáncer (> 5 años atrás) y las características propias del nódulo (tamaño > 3 cm, exis- tencia de espículas en sus bordes y locali- zación en los lóbulos superiores). Por el contrario, otros hallazgos radiológicos, como la presencia de calcificaciones o la es- tabilidad de la lesión durante más de 2 años, apuntan a la benignidad del hallazgo. No obstante, para confirmar si final- mente la imagen es maligna o benigna, en los casos en los que las técnicas antes men- cionadas no permitan llegar a una conclu- sión definitiva (NPS indeterminado), se hace imprescindible la toma de muestras de dicha lesión. Ésta puede efectuarse me- diante una broncoscopia, con una punción aspirativa transtorácica con aguja fina o merced a un abordaje quirúrgico. En este capítulo se revisan los conocimientos ac- tuales sobre el NPS y la aproximación diag- nóstica a este problema. INTRODUCCIÓN El nódulo pulmonar solitario (NPS) es un problema
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la deficiencia auditiva. También expresaban mayor ira (de que esto les estu- viera pasando), depresión y confusión de lo que sentían los padres cuyos niños no tenían pérdida auditiva”. La gente a menudo culpa al mensajero cuando no les gusta el mensaje y el audiólogo va a estar en la línea de fuego, poco pre- parado para la ofensiva. No sólo los audiólogos van a tener que tratar con padres de niños con discapacidad auditiva enfadados y frustrados, también van a tener que tratar con los padres enfa- dados por el falso positivo. Un estudio reciente de Crandell (1997) indica que se estima que sólo el 18% de los audiólogos que se gradúan han hecho algún curso de orientación; así que estamos mandando audiólogos que no han tenido apenas con- tacto con buenas técnicas de orientación en sus programas de formación para que traten con situaciones muy difíciles, carga- das de emociones. Esta situación reúne todos los elementos para ser un desastre. 2.Los padres preferían que el audiólogo fuera el que les infor- mara sobre la sordera de su hijo. Hubo muy pocas respuestas (6%) que indicaran preferencia por que les informara un pro- fesional de la salud mental. 3. Sus mayores necesidades en el momento del diagnóstico eran contactar con otros padres, recibir información imparcial, ayuda emocional y poder comenzar con los servicios necesa- rios. Menos del 10% de los padres indicaron que querían conocer adultos sordos. Podemos empezar a discernir la forma que debe adoptar un buen programa de orientación por la respuesta de los padres. Claramente existe apoyo para que se detecte pronto, aunque no es unánime que esto deba ocurrir en el momento del naci- miento. En mi opinión, es en el programa de Rhode Island donde se ve un buen compromiso, allí informan a los padres tres semanas después del examen. Esto da a los padres tiempo para recuperarse del proceso del nacimiento y
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O2 si SatO2 <92% variable Epiglotitis Brusco 3 m-7 a Fiebre alta Clínico Intubación* Voz gangosa Leucocitosis Cefotaxima Disfagia, babeo desviación izq más vancomicina o Estridor inspiratorio Rx lat cuello clindamicina Insuf. respiratoria grave (signo pulgar) Aspecto tóxico Laringoscopia** Laringotraqueítis Brusco 3 m-3 a Fiebre alta Leucocitosis Vía aérea permeable bacteriana Tos perruna desviación izq Cefotaxima más vancomicina Estridor inspiratorio Rx lat cuello*** Dexametasona oral o i.v. Insuf. respiratoria Rx tórax**** Aerosol adrenalina Aspecto tóxico Abscesos cuello Progresivo Todas Fiebre Rx lat cuello Amoxicilina-clavulánico Disfagia (babeo) TAC cuello Valorar cirugía Inflamación cuello Celulitis variable Cuerpo extraño Brusco 6 m-2 a Atragantamiento Rx tórax insp/esp Broncoscopia rígida Tos y extracción Dific. resp. variable Angioedema Brusco Todas Edema labios Clínico Adrenalina 1/1000 s.c. no hereditario Rash cutáneo 0,01 ml/kg (max 0,3 ml) Disfagia Hidrocortisona 1-5 mg/kg/d Estridor inspiratorio i.m. o i.v. c/12-24h ó Metilprednisolona 1-2 mg/kg/d i.m. o i.v. c/6-12h Difteria laríngea Progresiva No vacuna Faringitis Exudado Vía aérea Febrícula, ronquera membranoso Extracción membranas Tos perruna en laringe Toxoide diftérico Disfagia Eritromicina o Penicilina Estridor inspiratorio *Intubación en quirófano con anestesista y otorrinolaringólogo, puede realizarse con
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amenaza de pérdida inmediata. Con doppler, se registraría señal a nivel arterial y venoso. No existe alteración de la motilidad ni de la sensibilidad. CATEGORÍA II: Extremidad amenazada. Distingue dos subgrupos: II a: Extremidad que puede salvarse con tratamiento precoz. Con doppler se registraría señal a nivel venoso pero no arterial. No hay déficit motor pero sí parestesias que afectan a los dedos. II b: Extremidad que sólo puede salvarse con tratamiento inmediato. Con doppler se registraría señal a nivel venoso pero no arterial. Hay disminución de la motilidad leve o moderado y hay alteraciones sensitivas que abarcan a todo el pie con dolor de reposo. CATEGORÍA III: Isquemia irreversible. Con doppler no se registra señal a nivel venoso ni arterial. Existe parálisis y anestesia de la extremidad con lesiones tisulares irreversibles. DIAGNOSTICO DE LA ISQUEMIA AGUDA Básicamente se apoya en una historia clínica detallada y en una exploración física exhaustiva. En el interrogatorio debe constar la zona dónde se inició el dolor y el tiempo de evolución del cuadro. Asimismo se hará constar antecedentes de riesgo arterioesclerótico (tabaquismo, HTA, diabetes o hiperlipemia) que nos ayuden a filiar el cuadro como probable trombosis o embolia. También habrá que indagar sobre antecedentes cardiológicos previos y tratamientos previos que nos ayuden a filiar el diagnóstico. El siguiente paso será la exploración física, que debe incluir la auscultación cardiaca en busca de soplos o arritmias. Los pulsos deben palparse todos de forma simétrica para detectar diferencias entre las extremidades sana y enferma. Como se describió en el capítulo previo se palparán pulsos a nivel carotídeo y en MMSS pulso subclavio, axilar, humeral, radial y cubital; en las extremidades inferiores se deben palpar pulsos a nivel
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dos inhalaciones de albuterol) suele ser suficiente para los síntomas agudos. La necesidad de emplear este fármaco más de dos veces a la semana puede considerarse un indicio de la necesidad de tratamiento para control a largo plazo. Cualquiera que sea la gravedad del proceso, la necesidad frecuente de un agonista 2 indica que no se está controlando bien el asma. En los pacientes con un asma leve persistente está indicado el tratamiento antiinflamatorio, como bajas dosis de esteroides inhalados o cromolina o nedocromilo inhalados. En niños se suele intentar antes el tratamiento con cromolina que los esteroides inhalados. Como alternativa se puede emplear la teofilina de liberación prolongada en dosis suficiente como para producir un nivel sérico de 10 a 15 g/ml (56 a 83 mol/l); la dosis cambia según la edad y el peso (generalmente 300 mg v.o. 2/d en adultos). Se puede plantear la administración de montelukast, 5 mg (en pacientes de 6 a 14 años) o 10 mg (en adultos) una vez al día por la noche, o de zafirlukast, 20 mg 2/d 1 h antes o 2 h después de las comidas, o zileuton, 600 mg/d 4/d (en pacientes >12 años). En los síntomas agudos se pueden emplear los agonistas 2 de acción corta (dos inhalaciones de albuterol). La necesidad creciente de agonistas 2 inhalados sugiere que se debe aumentar el tratamiento antiinflamatorio. Los pacientes con asma persistente moderado deben ser tratados con esteroides inhalados en dosis ajustadas según la respuesta. La adición de un agonista 2 inhalado de acción prolongada (salmeterol) resulta útil en los pacientes con asma nocturna y suele reducir la dosis de esteroides inhalados. Se puede sustituir un preparado oral de agonistas 2 de liberación prolongada o una teofilina de liberación
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paciente es intubado y ven- tilado en modo SIMV-PS consiguiéndose oxi- genar de forma adecuada con una PMVA de 17 cmH2O y una FIO2 del 40%. Gasometría pO2 80 mmHg. Ph 7,34, PCO2 45 mmHg. SatO2 arterial de 96%. Ha disminuido el tra- bajo respiratorio. Se canaliza una vía central subclavia izquierda (PVC 5 cmH2O) y una ar- teria femoral (TA 116/56 mmHg) Se monito- riza de forma continua la diuresis (0,7 cc/kg/h). 6. ¿Cuál te parece la situación hemodinámica de este paciente? a. Tiene hipervolemia. b. Está hipovolémico. c. Está normovolémico. d. Tiene hipervolemia con hipovolemia rela- tiva. e. Hipovolemia relativa. Respuesta correcta d. 7. ¿Cuál te parece la actitud más adecuada desde el punto de vista hemodinámico? a. Administración de coloides, furosemida y tiazidas. b. Administración de volumen con cristaloi- des. c. Restricción hídrica. d. Perfusión de dopamina a dosis bajas. e. Administración de furosemida. Respuesta correcta a. Comentario a las preguntas 6 y 7 El paciente presenta sobrecarga hidrosali- na clara demostrada por los edemas generali- zados y aumento de peso. Sin embargo, la vo- lemia eficaz está disminuida, con pérdida de líquidos al tercer espacio ocasionada por la pér- dida de presión oncótica debido a la hipoalbu- minemia severa que presenta el paciente. Ello, junto al aumento de la presión abdominal com- promete la presión de perfusión renal ocasio- nando oliguria. La activación del SRAA ocasio- na reabsorción de sal y agua por el riñón que, debido a la alteración de
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un desprendimiento. 2.4. Diagnóstico diferencial A. Diagnóstico diferencial con DPPNI. Es importante diferenciarlo del DPPNI, tener en cuenta los siguientes signos y síntomas característicos: a. Metrorragia: sangre escasa, oscura. b. Dolor abdominal. c. Hipertonía. Ecográficamente: placenta en otra localización. Puede verse la zona de desprendimiento, aunque la no visualización no excluye el diagnóstico. Afectación del estado fetal. B. Diagnóstico diferencial con APP. Dinámica uterina detectable. Si existe metrorragia es, en general, poco abundante. Ecográficamente placenta en otra localización. Manejo de las complicaciones anteparto 294 C. Diagnóstico diferencial con rotura de vasa previa. El sangrado se produce inmediatamente después de la amniorrexis y afecta rápidamente al feto. También se deben excluir traumatismos y otros tipos de lesiones (lesio­ nes cervicales, vaginales, etc.). 2.5. Conducta ante la placenta previa sangrante Requiere ingreso hospitalario inmediato de la gestante. A. Cuidados de la gestante al ingreso. a. Constantes maternas: TA, pulso, temperatura. b. Colocación catéter endovenoso. c. Analítica. • Hemograma. • Pruebas de coagulación. • Pruebas cruzadas (solicitud de sangre en previsión). d. Control de bienestar fetal: TNS. e. Control de DU (posible APP, como desencadenante de la metrorra­ gia). f. Test de Kleinhauer, si se sospecha que puede haber hemorragia fetal. g. Administración de profilaxis anti-D si la madre es Rh negativo. B. Cuidados posteriores. a. Control de constantes cada 6 - 12 horas. b. Control de la pérdida hemática. c. Hemogramas seriados, con la frecuencia que el volumen de la metro­ rragia lo requiera. Si la pérdida es escasa una
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de los noventa, la Confederación Regional de los países de América Latina sobre la Pobreza, estimaba que el 62% de la población latinoamericana (215.000.000) pa- decía situaciones de indigencia, es decir, esta década ha presenciado un crecimiento alarmante de la pobreza en la región. Afecta a uno de cada dos latinoamericanos, siendo un problema que no está en retroceso, ni que constituye un islote dentro de los avances de la modernidad, sino que desgraciadamente se ha agudizado. “La calidad de la pobreza se ha degradado. Entre los pobres el sector que más ha crecido es el de los ‘pobres extremos’, las familias que aunque destinaran todos sus ingresos exclusivamente a com- prar alimentos (hipótesis irreal dada la imprescindibilidad de gastar en vivienda, transporte, vesti- menta, etc.), igual no alcanzan a comprar el mínimo de proteínas y calorías necesarias para vivir. Los pobres extremos o indigentes son ahora la mitad de todos los pobres” (Ibid) [Cuadro 3.3.b]. La pobreza mata “La pobreza mata. No se trata de un comentario político o social sino de un hecho científico. Ello puede corroborarse en América Latina. La pobreza se ha constituido en la principal causa de muerte atribuyéndole 1.500.000 de defunciones anuales. Los más afectados son en primer lugar los más débiles, los niños, 2.000 de ellos perecen al día por pobreza. Por otra parte se observa una clara tendencia a la reducción del peso de los niños al nacer. También ataca particularmente a las mujeres, un 40% de los hogares tiene hoy a la cabeza una mujer en diversos países de la zona”. P. Toronsed (Ibid) Cuadro 3.3.b Por lo tanto, podría indicarse que el tratamiento del fenómeno de la pobreza ha pasado de una centralidad localizada en la caridad a otra en el asistencialismo, y de allí al logro final de los llamados
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objetivos de la sedación para procedimien- tos diagnósticos y terapéuticos son: • Salvaguardar la seguridad y el bienestar del niño. • Evitar el malestar físico y el dolor. • Controlar la ansiedad, minimizando el trauma psicológico y maxi- mizando el potencial de amnesia del episodio. • Controlar el comportamiento y/o movimiento para facilitar la realiza- ción del procedimiento. • Devolver al paciente a un estado seguro en el que pueda ser dado de alta sin riesgo. La elección de un agente concreto o de medidas no farmacológicas dependerá de diversos factores:edad,problemas de salud asociados,res- puesta o alergia a medicamentos;y de las características del procedimien- to doloroso o no y de su duración.Dependerá también de las necesidades de cuidados o del tiempo previsto para el alta. Una sedación y/o analge- sia adecuadas precisará también de monitorización y de manejo por per- sonal experto. El reto de los pediatras es conseguir el mayor bienestar del niño, evi- tar el miedo y el rechazo,la incomodidad o la inmovilización en contra de su voluntad,asegurar la realización correcta del procedimiento y por otra parte minimizar o eliminar el dolor que pueda estar causado por el pro- cedimiento. El fármaco ideal es el que consigue dichos objetivos, tiene comienzo de acción rápido,duración corta,es fácil de administrar y su efecto es rever- sible. Las alternativas son diversas pero hay que saber utilizar un núme- ro reducido que proporcione seguridad y alternativas ante las diferentes situaciones clínicas. Es conocido que los niños responden de manera desigual a los fárma- cos administrados, que no sólo son dosis-dependiente sino que están sometidos a una gran variabilidad de absorción y eliminación dependien- do de la vía de administración y de las características de cada individuo. Muchos de los procedimientos no causan dolor o se considera menor y por supuesto transitorio. El temor a los efectos
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ESTUDIO 57 cómo las personas se expresan y no se expresan en esas circunstancias íntimas. La transcripción completa de las grabaciones de las entrevistas, además de las notas acerca del lenguaje no verbal o corporal, sería un ins- trumento más apropiado. Si se va a iniciar un estudio con métodos combinados, también será necesario decidir por adelantado cómo se van a manejar los datos obtenidos con los distintos métodos y coordinar los resultados en un análisis integrado. Por último, el grado de detalle previsto y, en menor medida, el número de personas involucradas en el análisis, influirán en las decisiones acerca del empleo de computadoras. El análisis manual es suficiente cuando el objetivo es describir categorías amplias de información o cuando el volumen de datos es peque- ño. Cuando el análisis se vuelve más complejo (es decir, se examinan los matices del lenguaje o se com- paran las respuestas de una serie de subgrupos) y aumenta el volumen de los datos, una computadora puede ayudar considerablemente en el proceso de aná- lisis. Nuevamente, si los analistas mismos no entrarán los datos ni operarán los programas computarizados, habrá que pensar en cómo se trasladarán los datos desde las notas tomadas sobre el terreno a archivos de datos y procedimientos de análisis. Algunos paquetes de programas computarizados tienen características especiales para ayudar en el trabajo en equipo. (En el capítulo 6 se examinan las ventajas y desventajas espe- cíficas de distintos tipos de paquetes de programas.) LA DIFUSIÓN DE LOS RESULTADOS Con el fin de que los resultados del estudio sean acce- sibles para otras personas y puedan ser usados por ellas, será preciso incluir en el diseño un plan para la difusión, con su correspondiente presupuesto. El pro- pósito del estudio tiene implicancias directas acerca de cómo y para quién se escribirán los resultados, así como la función del mismo investigador en su difu- sión. (Véase un examen más amplio en los capítulos
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evitarse en la medida de lo posible. Prevención y tratamiento osteopático 85 Figura 19: El intestino puede afectar a la función del pulmón. Aquí la osteópata explora la flexibilidad del intestino delgado. Así ayuda el osteópata: Si el asma tiene un condicionante alérgico, el osteópata procede de ma- nera parecida a otras enfermedades alérgicas (véase Neurodermitis, pági- na 113), Incompatibilidad con alimentos, página 119 y Fiebre del heno, pá- gina 115): explora y trata el sistema linfático de defensa que promueve muchas alergias provocadas por la inmunoglobulina. El asma se origina a veces también por una disfunción de la mucosa in- testinal. Esta conexión puede afectar al desarrollo embrional: la mucosa intestinal y la bronquial proceden de la hoja blastodérmica interna. Un trastorno de la mucosa intestinal puede alterar con el tiempo, y debido a un acoplamiento de reacción neurológico u hormonal, la mucosa bron- quial y provocar asma. El intestino puede influir sobre todo en los pulmones. Si está muy rígi- do, presiona el diafragma hacia arriba y afecta al pulmón. Si no hay una tensión adecuada, el diafragma se sitúa demasiado bajo y no puede suje- tar suficientemente al pulmón. Así, los trastornos pulmonares (como el asma) pueden agravarse. En el tratamiento, el osteópata no sólo explora el área pectoral con los pulmones, diafragma, costillas y vértebras, sino también el área intesti- nal, para poder solucionar los posibles trastornos funcionales. Lo que uno mismo puede hacer Se puede practicar la complicada espiración que aparece en caso de un ataque asmático. Los terapeutas de respiración ayudan a su hijo. Difteria laríngea (crup, falso crup) La difteria laríngea es la mayoría de las
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suturas puede ser más confusa que cualquier otro aspecto de la técnica estéril. La familiarización y comprensión de la secuencia en la que el cirujano maneja los planos de los tejidos ayuda a eliminar esta confusión. (Ver la sección 2: La Sutura). Una vez que se abren los empaques de suturas y se preparan de acuerdo con la preferencia del cirujano, pueden organizarse en la secuencia en que serán utilizadas por él. Frecuentemente se utilizan primero las ligaduras en el tejido subcutáneo poco después de hacer la incisión, a menos que se utilicen clips de ligadura o cauterio electroquirúrgico para coagular los vasos cortados. Después que se han preparado los materiales de ligadura, pueden prepararse los de sutura en la misma forma. Se debe evitar preparar una gran cantidad de material de sutura por adelantado. Por ejemplo, si el cirujano abre el peritoneo (el revestimiento de la cavidad abdominal) y descubre una enfermedad o trastorno que altera los planes de la operación y el uso anticipado de las suturas, los paquetes abiertos se desperdiciarían. Para el cierre después de la cirugía abdominal, es útil recordar las letras PFP (peritoneo, fascia, piel) para organizar las suturas. Observando cuidadosamente el progreso de la operación, escuchando los comentarios del cirujano y los ayudantes, y valorando la situación, se pueden anticipar las necesidades de suturas. Los momentos libres pueden emplearse para preparar suficiente material de sutura para estar un paso adelante del cirujano. El objetivo debe ser no tener suturas no utilizadas al final de la operación. El material de ligadura que queda hacia el final del procedimiento puede ser el mismo material especificado por el cirujano para las suturas del plano subcutáneo del cierre de la herida. En este caso, se debe utilizar el material de ligadura restante en lugar de abrir un paquete de sutura adicional. Si el cirujano pide "sólo una sutura más" y quedan
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evolucionando a lo largo del tiempo siguiendo la degradación de la hemoglobina, detección precoz de los infartos venosos y su transformación hemorrágica. La utilidad de otras técnicas como electroencefalografía o doppler transcraneal es hoy por hoy limitada. Tratamiento General El tratamiento sintomático se dirige particularmente a la corrección de dos circunstancias clínicas: la hipertensión endocraneal y las crisis convulsivas. Para el tratamiento de la hipertensión endocraneal cabe seguir las recomendaciones generales en problemas vasculares cerebrales. Principalmente se recomiendan medidas generales como una discreta restricción hídrica o la elevación de la cabecera de la cama a 30º. Con respecto al uso de esteroides no se dispone de datos basados en ensayos clínicos, tal y como ocurre con otras sustancias como el manitol. Respecto al uso de anticomiciales sólo parece indicado en los casos en que haya acontecido una crisis y no como medida profiláctica previa. Tratamiento sintomático: Incluye el tratamiento de la hipertensión endocraneal y de las crisis convulsivas. Tratamiento Específico El tratamiento etiológico es muy heterogéneo. Lo más destacable es la terapia antibiótica en el caso de las formas sépticas. Se recomienda una pauta inicial de cloxacilina, una cefalosporina de 3ª generación y metronidazol de forma empírica, adaptándola según el resultado de los cultivos y antibiogramas. El tiempo recomendado para mantener el tratamiento es de unas 4 a 6 semanas. Otros posibles tratamientos etiológicos son el transplante de médula ósea en la hemoglobinuria paroxística nocturna o los suplementos de Fe++ en la anemia drepanocítica. 44 Finalmente el tratamiento de la propia trombosis es controvertido y no existen evidencias basadas en grandes ensayos que permitan establecer pautas definitivas. Sin embargo, en la literatura las pautas recomendadas son la actitud
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reunidas S.A. 6. - Schwartz. Principios de cirugía 4ª ed. Interamericana McGraw Hill. 7. - Manual de urgencias médicas (Hospital 12 de Octubre-Madrid) 2ª ed. Díaz de Santos S.A. 8. - Protocolos terapéuticos del servicio de urgencias. Hospital Santa Cruz y San Pablo, Barcelona 1992. 9- Pardo Mindán. Anatomía Patológica. 1ª ed. Doyma. 10. -Rev Biomed 1999; 10:153-158. 11.- http://www.revista.unam.mx/vol.1/num3/sabias2/
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asintomáticas o si debe diferirse hasta que aparezcan síntomas relacionados con la pro- gresión. La controversia acerca del verdadero beneficio del bloqueo hormonal precoz nace de la falta de ensayos clínicos aleatorizados que demuestren un verdadero aumento de la supervivencia y de la calidad de vida de los pacientes. TA B L A 1 0 - 1 Recomendaciones de la guía clínica para cáncer de próstata EAU para el seguimiento de pacientes tratados con hormonoterapia Recomendación GR Evaluación a los 3 y 6 meses de inicio del tratamiento. Las pruebas deben incluir niveles de PSA, TR, TST total sérica y anamnesis de los síntomas con el fin de evaluar la eficacia del tratamiento y la existencia de efectos secundarios B En pacientes con bloqueo hormonal intermitente deben monitorizarse PSA y TST en intervalos de 3 meses durante la pausa de administración C El seguimiento debe adaptarse a cada paciente según sus síntomas, factores pronósticos y tratamiento recibido C En pacientes con estadio M0 y buena respuesta al tratamiento, seguimiento (PSA + TR + anamnesis) cada 6 meses C En pacientes en estadio M1 con buena respuesta al tratamiento, el seguimiento (PSA + TR+ anamnesis +/– Hb +/– creatinina +/– fosfatasa alcalina) cada 3-6 meses Es conveniente la determinación de TST sérica, especialmente el primer año C Advertir a los pacientes sobre los síntomas que podrían sugerir compresión medular A El seguimiento debe individualizarse cuando el paciente no responde al tratamiento o la enfermedad progresa C Deben determinarse los niveles de TST en los pacientes en los que se sospeche progresión de la enfermedad, dado que, por definición, el concepto de cáncer de próstata resistente a la castración se basa en el supuesto de que el paciente esté castrado (niveles de TST < 50 ng/dl) A No se recomiendan estudios de imagen de rutina en pacientes
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Engrapado. Las heridas de la piel tam- bién pueden ser cerradas mediante gra- pas, son tan eficaces como las suturas y pueden ser aplicadas con mayor rapidez. Existen diferentes mecanismos que emplean grapas en el mercado, sin embar- go, los engrapadores con cabeza rotante ofrecen una mejor visualización de la heri- da. Además de rapidez para cerrar la herida, se ha probado que las grapas reducen com- plicaciones en las heridas, como las infec- ciones, en comparación con las suturas qui- rúrgicas reactivas. Técnica: • Poner el engrapador perpendicular a lo largo de la herida, a un ángulo de 90° de la piel (figura 4-83). • La flecha en el cartucho debe señalar a la línea de incisión donde se colocará la grapa (inserción, figura 4-84). • Apretar firmemente el engrapador sobre la piel. • Presionar por completo el mango de la unidad de carga (figura 4-84). • Liberar el mango. • Volver a poner el engrapador y repetir el procedimiento. A. K. Qayumi 98 Capítulo 4 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Notas... © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Técnicas de manejo de heridas 99 Técnicas quirúrgicas básicas 4-79 4-80 4-81 4-83 4-84 4-82 90 90 4:8 Corte de suturas Las suturas no se deben cortar muy cerca de los nudos ni muy lejos de ellos. Si se cortan muy cerca del nudo existe la posi- bilidad que se desanude; si se cortan lejos podría dejarse un cuerpo extraño no deseado en la herida. Las suturas de seda afianzan bien (no se aflojan) y deben ser cortadas aproximadamente 1-2 mm por arriba del nudo. Para lograr este objetivo, la punta de las tijeras debe
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Physostigmine Anticholinergics 1–2 mg IV adults, 0.5 mg in children Antídotos para pacientes intoxicados4 Antidote Toxin Dose and comments over 2 min for anticholinergic delirium, seizures, or dysrhythmias Ethanol Methanol, ethylene glycol Loading dose 10 ml/kg of 10%; maintenance dose 0.15 ml/kg/hr of 10%; double rate during dialysis Fomepizole Methanol, ethylene glycol 15 mg/kg every 12 hr Atropine Organophosphates, carbamates Test dose 1–2 mg IV in adults, 0.03 mg/kg in children. Titrate to drying of pulmonary secretions. Protopam Organophosphates, carbamates Loading dose 1–2 g IV in adults; 25–50 mg/kg in children; adult maintenance 500 mg/hr or 1–2 g every 4–6 hr Pyridoxine Isoniazid, hydrazine, monomethylhydrazine 5 g in adults, 1 g in children, if ingested dose unknown. Antidote may cause neuropathy. Pyridoxine Ethylene glycol 100 mg IV daily Thiamine Ethylene glycol, chronic ethanol ingestion 100 mg IV Digoxin-specific FAB fragments Digitalis glycosides 10–20 vials if patient in ventricular fibrillation. Otherwise, dose is based on serum digoxin concentration or amount ingested. N- acetylcysteine Acetaminophen 140 mg/kg, then 70 mg/kg q4h; IV form still investigational Sodium nitrite Cyanide, H2 S 10 ml of 3% (300 mg; 1 ampule) in adults; 0.33 ml/kg in children, slowly IV Sodium thiosulfate Cyanide 50 ml of 25% (12.5 g; 1 ampule) in adults; 1.65 ml/kg in children, IV Deferoxamine Iron 15 mg/kg/hr IV, higher doses reported to be safe EDTA Lead 75 mg/kg/day by continuous infusion; nephrotoxicity possible, best done in hospital DMSA Lead Reported useful for arsenic and lead as well; one 100-mg capsule per 10 kg body
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isquemia. La angina de pecho se desencadena típicamente por la actividad física, y por lo general no persiste más de unos minutos, desapareciendo con el reposo. La respuesta al esfuerzo suele ser predecible pero en algunas personas, un determinado ejercicio que es tolerado un día, puede precipitar la angina al siguiente. Ésta empeora cuando el ejercicio se hace después de una comida. Los síntomas pueden exagerarse también durante el tiempo frío, por caminar contra el viento o el primer contacto con el aire frío al salir de una habitación caliente puede precipitar un ataque. Diagnóstico El diagnóstico se basa en una queja característica de molestias torácicas producidas por el esfuerzo y que se alivian con el reposo. El diagnóstico puede confirmarse si, durante un ataque espontáneo, se ven cambios ECG isquémicos reversibles. Puede aparecer una amplia variedad de cambios: descenso del segmento ST (típicamente), elevación del segmento ST, disminución de la altura de la onda R, alteraciones de la conducción intraventricular o de rama y arritmia (por lo general, extrasístoles ventriculares). Prueba ECG de esfuerzo Como el diagnóstico de angina habitualmente se basa sobre todo en la historia del paciente, generalmente se utiliza la prueba de esfuerzo en un enfermo con síntomas típicos para establecer la respuesta funcional y el ECG al esfuerzo graduado. El enfermo se ejercita hasta un objetivo preestablecido (p. ej., 80 a 90% de la frecuencia cardíaca máxima que puede calcularse aproximadamente como 220 menos la edad en años), a menos que aparezcan síntomas cardiovasculares molestos (disnea, disminución de la resistencia, fatiga, hipotensión o dolor torácico). La respuesta ECG isquémica durante o después del ejercicio se caracteriza por un segmento ST plano o en pendiente inferior 0,1 milivoltios que dura 0,08 seg. La depresión del punto J
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interés sobre todo en lactantes. Son causas frecuentes de vómitos una cantidad excesiva de leche o una mayor concentración de la misma. La coinci- dencia de los vómitos con la introducción de algún alimento nuevo sugiere intolerancia o alergia (cam- bio de lactancia materna a lactancia artificial, huevo, pescado...); la existencia de lesiones urticariales o de diarrea apoyan este diagnóstico. 2.3. Características de los vómitos (Tabla II) La expulsión no forzada, sin náusea y sin con- tracción de la musculatura abdominal sugiere regur- gitación; en los lactantes, generalmente, se conside- ra un fenómeno fisiológico y sin consecuencias aun- que puede ser un signo de disfunción esofágica. La aparición de episodios repentinos y repetidos de náuseas y vómitos que afectan al estado general –decaimiento, somnolencia, palidez–, duran horas o días y desaparecen completamente es típica de los vómitos cíclicos. 2.4. Síntomas de afectación digestiva Se investigará la existencia de diarrea y dolor abdominal (gastroenteritis), heces acólicas, astenia, coluria (hepatitis), salivación excesiva (cuerpo extra- ño en esófago). De nuevo, si el paciente refiere dolor abdomi- nal la localización del mismo nos ayudará en el diag- nóstico: – Dolor epigástrico. Puede indicar gastritis o úlce- ra péptica. Suele tratarse de niños mayores; el dolor suele mejorar con antiácidos y a veces no guarda relación con las comidas como en los adul- tos. – Dolor en hipocondrio derecho. Los pacientes con hepatitis refieren molestias más que dolor, se pue- de palpar el hígado aumentado de tamaño y algo doloroso. 2.5. Síntomas de afectación neurológica La existencia de episodios repetidos de
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gonadotropina coriónica humana (HCG) que es la encargada de mantener el cuerpo lúteo hasta que su función la pueda llevar a cabo la placenta (semana 8-10). Sin su presencia tendría lugar la regresión uterina por acción de las prostaglandinas. El cuerpo lúteo mantiene los niveles de estrógenos y progesterona elevados que suprimen la producción de la FSH (Hormona Folículo Estimulante) por la hipófisis. La supresión de dicha hormona impide una nueva ovulación y por lo tanto, desapa­ rece la menstruación. A. Hormonas placentarias proteicas. a. Gonadotropina coriónica humana (HCG). Es una hormona que consta de dos subunidades: por un lado la α, que se parece en su estructura a la TSH, LH y FSH y es inespecífica, y por otro lado la β, que es base para el diagnóstico de embarazo y es específica. Se produce en el sincitiotrofoblasto. Podemos encontrarla en sangre materna a los 9 días postconcepción, aumenta rápidamente alcanzando su nivel máximo en la semana 8-10, para disminuir lentamente a partir de la semana 10-12. Sus funciones son: * Inducir la síntesis de esteroides en la unidad fetoplacentaria. * Mantiene el feedback positivo sobre la glándula suprarrenal fetal y estrógeno placentario. * Tiene actividad luteotrófica. Cambios anatomofisiológicos en la mujer gestante 96 b. Lactógeno placentario (HPL). También llamada Hormona del creci­ miento placentario coriónica (HCGP) o Somatotropina Coriónica Hu­ mana (HCS). Estructuralmente es parecida a la prolactina hipofisaria y a la hormona del crecimiento. Se produce en el sincitiotrofoblasto, tiene un ascenso importante en sangre periférica a la 5ª semana de amenorrea y sigue
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nivel socioeconómico, trabajo fatigoso, tabaquismo, etc. Para Crasy, los riegos importantes son: ƒEmbarazos múltiples. ƒExposición a dietiestilbestrol. ƒHidramnios. ƒMalformaciones uterinas. ƒDilatación cervical de 1 cm a la semana 32. ƒAntecedentes de aborto en el segundo trimestre. ƒAntecedente de parto prematuro. ƒAntecedente de amenaza de parto prematuro. ƒCirugía abdominal durante la gestación. ƒAntecedente de conización. ƒCuello borrado inferior a 1 cm a las 32 semanas. ƒIrritabilidad uterina, intoxicación por cocaína. Los riesgos menos importantes son: ƒEnfermedad febril. ƒHemorragia después de las 12 semanas. ƒPielonefritis. ƒMás de 10 cigarrillos al día. ƒAntecedente de aborto en el segundo trimestre. ƒMas de dos abortas en el primer trimestre. Estas puntuaciones tienen el mérito de inducir una determinada mentalidad a fin de delimitar una población de pacientes con alto riesgo de PP que se beneficiará con un control prenatal reforzado y con la aplicación de medidas preventivas y terapéuticas apropiadas. Diagnóstico. Se basa en tres pilares: la edad del embarazo, las características de las contracciones y el estado del cuello uterino. Se realiza con una gestación entre 20 y 36 semanas a partir de la fecha de última regla confiable (en caso de ignorarse esta, se hará apreciación por métodos clínicos y ultrasonográficos). Posteriormente corroboración por ultrasonido seriado. 1. Presencia de contracciones uterinas en número de seis o más durante una hora por más de 35 segundos (monitorización clínica o tocográfica), dolorosas y detectables por la palpación abdominal o la tocografía externa, su
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O2 arterial (PaO2) y de lavar el contenido de CO2 de la sangre venosa. En general, se toman como valores PaO2 < 60 mmHg y PaCO2 >50 mmHg. Desde el punto de vista clínico, es muy difícil definir a la insuficiencia respiratoria, ya que si bien hay signos y síntomas de relevancia, ninguno de ellos hace diagnóstico en forma aislada: • Taquipnea. • Uso de músculos accesorios. • Tiraje muscular (subcostal, intercostal, supraclavicular). • Aleteo nasal. • Cambios de coloración (palidez o cianosis). • Murmullo vesicular disminuido. • Alteración del sensorio. Se define hipoxemia a la disminución en la presión arterial de oxígeno (PaO2), en general por debajo de 60 mmHg. La hipoxia se define como disminución de la presión de oxígeno a nivel tisular, aunque siendo estrictos, en la hipoxia histotóxica (ver luego) existe buena presión de oxígeno pero no puede ser utilizado. • FISIOPATOLOGÍA: Existen 4 causas básicas que generan hipoxemia: 1. Alteración en la relación ventilación/perfusión (alteración V/Q). 2. Hipoventilación. 3. Shunt de derecha a izquierda o shunt intrapulmonar. 4. Alteraciones en la difusión. 5. Existe una quinta causa que es la ventilación en la altura (hipobaria), siendo en la mayoría de los casos un estado fisiológico. Al producirse disminución de la presión atmosférica, se genera disminución en la presión alveolar de oxígeno y con eso en la PaO2. INSUFICIENCIA RESPIRATORIA AGUDA 14 CAPITULO 165 Como causa de hipoxia: 1. La hipoxemia es causa de hipoxia (aquella causa que produzca disminución en la PaO2 generará bajo aporte de O2 a los
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la comunidad constituyen otra aplicación útil de la investigación exploratoria. En su introducción al manual Assessing Safe Mother- hood in the Community: A Guide to Formative Research [Evaluación de la maternidad sin riesgos: una guía para la investigación formativa], los autores señalan que “una adecuada evaluación de la comunidad mos- trará cuándo se requiere una intervención que permi- ta a las madres y los recién nacidos prosperar previ- niendo tantos problemas como sea posible; asegurando el reconocimiento de los problemas por la comunidad; estimulando la respuesta pronta y apro- piada a las complicaciones, y proporcionando aten- ción competente, sensible y accesible” (Nachbar et al. 1998, p. 13). Asimismo, el diagnóstico de la comunidad orien- tado a la acción, un instrumento creado por Eng y Blanchard (1991), permite a los investigadores iden- tificar las necesidades de los individuos y de los gru- pos y, al incorporar a los residentes de la comunidad en el proceso de diagnóstico, motiva a los grupos inte- resados a encontrar soluciones basadas en los resulta- dos de su propia evaluación de la comunidad. Este método es particularmente útil para vincular las nece- sidades y percepciones individuales en materia de salud con un cambio consciente del comportamiento. Una aplicación distinta pero frecuente de la investigación exploratoria se observa en el diseño de estudios farmacológicos y biomédicos. Por ejemplo, los ensayos para evaluar la eficacia de una vacuna requieren muestras grandes de individuos expuestos al riesgo. La decisión de los individuos de someterse voluntariamente a los ensayos, o de permanecer en el estudio, y la forma en que responderán al asesora- miento sobre la reducción del riesgo son cuestiones que pueden ser abordadas por especialistas en ciencias sociales y del comportamiento que trabajen en cola- boración con los investigadores biomédicos, quienes usarán los resultados para diseñar el ensayo (Francis et al. 2003; Guest et al. 2004). Los datos
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su aplicación. Trabajar para influir en la política es una forma de intervención para cambiar el comportamiento, un campo en el cual tanto la teo- ría como los datos destacan la importancia de la adop- ción participativa de decisiones y las interacciones personales que conducen a compromisos con el cam- bio (Stevens y Tornatzky 1980). Nunca se debe subes- timar la importancia del contacto personal en las acti- vidades de difusión de políticas. LA DIFUSIÓN DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA 197 RECUADRO 8.4 Cómo hacer accesibles los resultados del estudio Se debe obtener el número ISBN (número obligatorio de identificación internacional del mate- rial publicado) u otra información de catalogación estandarizada para cada documento sustan- cial que se produzca. Esto ayudará a promover la catalogación correcta y la fácil recuperación de las referencias por el personal y los usuarios de bibliotecas internacionales. • Se presentará la cita correcta a las bases de datos de indización bibliográfica, como POP- LINE, Asia-Pacific POPIN y WorldCat, para asegurar que los investigadores en todo el mundo tendrán acceso al artículo o su resumen a través de bibliotecas, servicios comerciales de información y la internet. • Se publicarán en la internet informes del estudio de los cuales se tienen los derechos de pro- piedad intelectual, ya sea en el sitio web de la institución donde trabaja el investigador o en el de un organismo afiliado interesado en difundir información sanitaria. • Se pondrá el conjunto de datos a disposición de otros investigadores para el análisis secun- dario adicional, en un archivo universitario importante del país o región del investigador, o en la Social Science Information Gateway [Puerta de Enlace a la Información en Ciencias Sociales] o el Inter-University Consortium for Political and Social Research [Consorcio Inter- universitario para la Investigación Política y Social]. Divulgar el conjunto de datos es una de las formas de colaboración en la investigación más eficientes en función del costo. Los archivos de datos deben incluir copias de los protocolos para
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Férula de Putti. 187 Fibrinógeno. 44 Fibrohistiocitoma. 72 Fibroma condromixoide. 62 Fibroma de la mano. 169 Fibroma no osificante. 63 Fibromatosis agresiva. 71 Fibromatosis agresiva. Cámara hiperbara en. 71 Fibromatosis agresiva: tratamiento von Medroxiprogesterona. 71 Fibrosarcoma diferenciado. 71 Fibrosarcoma poco diferenciado. 71 Fibrosarcoma. 71 Fibrosis cápsular y periarticular del codo. 131 Fibroxantoma maligno. 72 Fibroxantosarcoma. 72 Ficat y Arlet. Clasificación de la necrosis avascular de la cadera. 240 Ficat y Arlet. Estadíos de. 118 Ficat, estadíos de. 117 Fijador externo. 189 Fijadores externos en las fracturas de la pelvis. 208 Finkelstein, signo de en la enf. de De Quervain. 167 Finkelstein, test de. 34 Finocchietto, retracción isquémica intrínseca de la mano. 222 Firpo, operación de, para manos de cuadripléjicos. 179. 180 Firpo, tumor a células gigantes del sacro. 64 Firpo. Cirugía del Mal de Pott. 89 Fisiopatología de la artrosis. 85 Flemón articular. 94 Flemón comisural. 168 Flemón interdigital. 168 Flexicore. 123 Fluor. 97 Fluordeoxiglucosa. 51 Fluorosis. 97 Folículos de Langhans. 91 Formación ósea, marcadores de la. 96 Fórmula metatarsal. 163 Forst, signo de. 27 Fosfamida. 68 Fosfatasa ácida. 45 Fosfatasa alcalina. 45 Fosfatemia. 45 Fosfaturia. 47 Fósforo, intoxicación. 97 Four corner arthrodesis. 231
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(VRS) o estafilococo resistente, además de lo anterior, el personal debe hacer uso estricto de guantes y bata. 8.4.1 Medidas de aislamiento a considerar: a. Lavado de manos antes y después de contactar con el paciente. b. Para las extracciones de sangre, aspiraciones, pun­ ciones: utilizar guantes, mascarilla y bata no estéril. c. En casos de neumonía por tuberculosis (TB), my­ coplasma, tosferina, gripe, adenovirus, sarampión, varicela o estreptococo: trasladar al paciente a una habitación individual. El personal de salud deberá usar mascarilla. d. En pacientes con neumonía por virus sincitial respi­ ratorio (VRS) o estafilococo resistente, además de lo anterior, el personal de salud deberá utilizar guantes y bata. 9. TRATAMIENTO 9.1 Tratamiento ambulatorio: 9.1.1. Niños de 2 meses a 5 años: • Primera opción: Amoxicilina a dosis 80-90 mg/ kg/día vía oral en tres dosis por 7 a 10 días (depen­ diendo de la evolución). Dosis máxima 2 gramos al día. • Alérgicos a la penicilina administrar Azitromi­ cina: el primer día 10 mg/kg en una dosis (dosis máxima 500 mg), del segundo día al séptimo día 5 mg/kg en una dosis al día (dosis máxima 250 mg). • Segunda opción: Eritromicina a dosis de 50 mg/kg por día, vía oral, en cuatro dosis. Dosis máxima 2 gramos al día por 7 a 10 días. 9.1.2 Niños mayores de 5 años: • Primera opción: Azitromicina: el primer día 10 mg/kg en una dosis (dosis máxima 500 mg), del segundo día al séptimo día 5 mg/kg en una dosis al día (dosis máxima 250 mg). • Segunda opción:
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ATELECTASIAS Autor :Rojas Maruri César Mauricio Estado de colapso y falta de aire en una zona o todo el pulmón. Las atelectasias pueden ser agudas o crónicas. En la atelectasia crónica, la zona afectada suele estar constituida por una mezcla compleja de falta de aire, infección, bronquiectasias, destrucción y fibrosis. Etiología En los adultos, la causa principal de las atelectasias agudas o crónicas es la obstrucción intraluminal bronquial, que se suele deber a tapones de exudado bronquial viscoso, tumores endobronquiales, granulomas o cuerpos extraños. Otras causas son las estenosis, la distorsión o el curvamiento de los bronquios, la compresión externa por un tumor, por ganglios hipertrofiados o un aneurisma, la compresión pulmonar externa por líquido o gas (derrame pleural o neumotórax) y la deficiencia de surfactante. El surfactante, una mezcla compleja de fosfolípidos y lipoproteínas, cubre la superficie de los alvéolos, reduce la tensión superficial y contribuye a la estabilidad alveolar. Las lesiones de los neumocitos que producen el surfactante, la extravasación de proteínas inhibidoras del plasma, la presencia de mediadores de la inflamación y la posible incorporación de componentes del surfactante a la fibrina en fase de polimerización (durante la formación de las membranas hialinas) pueden interferir con la formación o eficacia del surfactante. Estos factores pueden facilitar la formación de atelectasias en diversos procesos, como la toxicidad por O2, fármacos o sustancias químicas, el edema de pulmón, el síndrome del distrés respiratorio del adulto o del niño, el embolismo pulmonar ,la anestesia general y la ventilación mecánica. Las atelectasias masivas agudas suelen ser una complicación
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en niñas postpuberales, con torsión que se loca- liza en posición intrapélvica). El teratoma quístico maduro es la neoplasia benigna que más frecuentemente se asocia a torsión.8 Hay que sospechar que haya tumor subyacente a una torsión cuando el tamaño ovárico sea mayor de 7 cm de diámetro o el volumen sea mayor de 104 cm3.9 Todas las masas facilitan la rotación del ovario sobre su pedí- culo vascular, siendo mayor la probabilidad de torsión cuanto mayor sea el tamaño tumoral. La existencia de masas ováricas malignas predispone en menor medida a la torsión del ovario debido a las adherencias que se producen entre el ovario y el teji- do circundante. En caso de torsión son los tumores de células germinales los más frecuentemente encontrados, seguidos de tumores epiteliales y del estroma. Por el mismo motivo la torsión es rara tras episodios de enfermedad inflamatoria pélvica y endo- metriosis. La movilidad marcada de las trompas de Falopio y el mesosálpinx, la presencia de unos ligamentos pélvicos aumenta- dos en longitud, los espasmos tubáricos, el ejercicio continuado, los cambios bruscos en la presión abdominal, los antecedentes de cirugía previa y la excesiva movilidad del tracto gastrointestinal también se han postulado como mecanismos que pueden favore- cer el desarrollo de una torsión.10 CLÍNICA Y TRATAMIENTO E l cuadro clínico de la torsión ovárica no es específico, consis- tiendo en dolor abdominal agudo que aumenta progresiva- mente en cuadrantes inferiores, defensa abdominal y masa palpa- ble con signos de peritonismo. A veces el dolor es intermitente y puede estar o no focalizado, lo que dificulta el diagnóstico. También si bien con menos frecuencia aparecen fiebre, náuseas, vómitos y mareos. En el 50 % de los casos se encuentra masa abdominal
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una población o medir cierta tendencia que pueden haber observado de manera cualitativa. La investigación cuantitativa con muestras representati- vas puede producir datos concretos, fidedignos y con- fiables, que por lo común pueden ser generalizados a poblaciones más grandes (Steckler et al. 1992). No obstante, la mayoría de los estudios cuantitativos no proporcionan información sobre el contexto y reflejan una gama limitada de respuestas (Carey 1993). Por el contrario, los métodos cualitativos obtienen datos contextuales ricos, pero sus muestras pequeñas (por- que no parten de los supuestos de la teoría muestral de la estadística) y su diseño flexible por lo general no son apropiados cuando el propósito del estudio es descri- bir poblaciones más grandes con precisión estadística (Patton 1990). En consecuencia, los investigadores exploran cada vez más formas creativas de combinar las técnicas, haciendo que las ventajas de un método compensen las limitaciones de otro para conseguir una metodología más poderosa (Wolff et al. 1991). 2 INVESTIGACIÓN APLICADA EN SALUD PÚBLICA: MÉTODOS CUALITATIVOS INVITACIÓN A INVESTIGAR 3 RECUADRO 1.1 Si quiere saber, pregúnteles: una fábula moderna Un país asolado por elevadas tasas de ITS y escaso uso del condón invitó a un equipo de exper- tos a introducir una nueva opción anticonceptiva: el condón femenino. Este nuevo dispositivo de anticoncepción, argumentaron, era una opción eficaz en lugar del condón masculino y daría finalmente a las mujeres el control que necesitaban para protegerse a sí mismas o a sus com- pañeros contra la infección. Con la colaboración de colegas locales, el equipo inició un programa para fortalecer los servicios de prevención y tratamiento de las ITS, informar a las personas acerca del condón femenino, adiestrar a los prestadores en su empleo, abastecer los centros y dispensarios y reclutar a trabajadores de
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de contraer la infección por el VIH/SIDA (Bertrand et al. 1992). EL LOCUS DE CONTROL Este constructo teórico se deriva de la teoría social del aprendizaje. Ha sido usado para conceptualizar la dis- tinción entre la creencia de que los acontecimientos en la propia vida son el resultado de las acciones de uno mismo y la creencia de que esos acontecimientos son gobernados por fuerzas independientes de uno (Wallston et al. 1978; Lau 1982). El locus de control de la salud ha sido medido con una escala constituida por elementos que determinan la fuerza relativa de las creencias externas o internas acerca de la salud y la enfermedad. Los conceptos clave son: El locus externo de control: la creencia de que los resultados están bajo el control de otras personas poderosas o son determinados por el destino, la suer- te o el azar. El locus interno de control: la creencia de que los resultados son consecuencia directa del propio com- portamiento. El locus de control es importante para los proble- mas de la investigación que se concentran en el cam- bio de comportamiento para reducir el riesgo de infección por el VIH. Por ejemplo, una actitud fata- lista acerca del riesgo que uno corre de ser infectado por el VIH (locus interno de control) probablemente se asociará con el empleo irregular o incorrecto de condones, en contraste con el uso sistemático de con- dones por los individuos que piensan que esos dispo- sitivos protegen contra la enfermedad (locus externo de control). No obstante, una mujer que cree en la eficacia de los condones también podría pensar que ella no tiene poder para controlar la decisión de usar- los. Para ella, el cambio de comportamiento es limita- do por un locus externo de control, en este caso la influencia percibida de “otras personas poderosas”. EL MODELO SOCIOECOLÓGICO El modelo socioecológico no es tanto una teoría con un marco conceptual característico sino más bien un enfoque general para el diseño de programas de investigación y promoción de la salud.
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PENTOBARBITAL (Nembutal) (Tabla 1) Barbitúrico de acción corta. De inicio entre 1-10 minutos y de efectos prolongables de 1 a 4 horas, Metabolismo hepático y eliminación renal. 114 V. FARMACOLOGÍA Acción Somnolencia, sedación, hipnosis, depresor del SNC. No es analgésico,pudiendo ocasionar,a dosis no adecuadas,agitación si hay dolor Indicaciones – Sedación en inducción preoperatoria. – Sedación en procedimientos cortos de imagen TC y RMN. – Manejo de crisis convulsivas y estatus. – En hipertensión endocraneal (TCE…) en situación hemodinamicamen- te estable. – En E.C.M.O., en combinación con otros sedantes – Sedación en procedimientos menores, como potenciales evocados auditivos. Vías – IV (no utilizar con otros fármacos) inicio efecto a los 30-90’, finaliza a los 30’aunque puede alargarse hasta 3-4 horas. – IM inicio efecto a los 10-30’finaliza a los 60-120’pero puede alargar- se hasta 3-4 horas. – Oral y/o rectal inicio efecto a los 15-60’finaliza a 1-4 horas. Dosis Dosis de inducción preoperatoria 1-5 mg/kg (máx 200 mg) IV preferi- ble iniciar a 1-2 mg/kg y añadir 1-2 mg/kg cada 3-5’hasta efecto deseado (máx 6 mg/kg; 150-200 mg). Dosis HTE o status epiléptico 1-7 mg/kg/hora IV en infusión conti- nua hasta supresión. Puede administrarse previamente un bolo de 5 mg/kg. La situación de coma barbitúrico se puede conseguir con dosis de 10- 15 mg/kg de forma lenta, aproximadamente dos horas. Dosis sedación en procedimientos – IV: 0,5 mg/kg. – IM: 0,5-5 mg/kg. Máx
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III y metaanálisis, este esquema ha mostrado un beneficio significativo no sólo en el control del PSA, el control locorregional y de metástasis a distancia sino, lo que es más importante, en la supervivencia global y de causa específica. BIBLIOGRAFÍA Bolla M, et al. Lancet 2005;366:572-8. Cáceres F, et al. Eur Urol 2012. Doi: http://dx.doi.org/10.1016/j. eururo.2012.04.043. D’Amico A, et al. JAMA 2008;299:289-95. Finley DS, et al. Urol Clin North Am 2010;37:67-82. Heidenreich A, et al. European Association of Urology 2012. Dis- ponible en: http://www.uroweb.org/gls/pdf/08%20Prostate%20 Cancer_LR%20March%2013th%202012.pdf. Kimura M, et al. . BJU Int 2010;105:191-201. Langenhuijsen JF, et al. Urol Oncol 2011;29:52-7. Lu-Yao GL, et al. JAMA 2009;302:1202-9. NCCN Clinical Practice Guidelines in Oncology (NCCN Guideli- nesTM) Version 4.2011. Disponible en: http://www.docvadis.it/ eugenio.greco/document/eugenio.greco/prostate_cancer_guideli- nes/fr/metadata/files/0/file/Prostate%20Cancer%20Guidelines.pdf. Swanson GP, et al. Int J Radiat Oncol Biol Phys 2008;72:S31. 56 © 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 9 RECURRENCIA BIOQUÍMICA La American Society for Therapeutic Radiology and Oncology (ASTRO) formuló en 1996 los primeros criterios para definir el fracaso bioquímico tras RTE. Estableció que las cifras de PSA se debían obtener con intervalos de 3-4 meses durante los 2 primeros años tras
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petequial (de predominio en cabeza, cuello, tronco anterior, conjuntivas y axilas). Además, puede verse acompañado de fiebre, trastornos de la coagulación, lipiduria, retinopatía (escotoma de Purtscher) y depresión miocárdica. El diagnóstico es clínico y está apoyado por pruebas de imagen. La radiografía de tórax es normal la mayoría de las veces, pero puede mostrar infiltrados alveolares mal definidos. Aparte del soprte hemodinámico y ventilatorio, no existe un tratamiento específico, centrándose todos los esfuerzos en la prevención mediante la inmovilización precoz de la fractura. Guía de urgencias médicas en traumatología 92 o Anemia La posibilidad de que aparezca anemia en un paciente post-operado es alta, aún a pesar de la monitorización anestésica. Las posibilidades diagnósticas son la hemorragia relacionada con la intervención quirúrgica o bien una complicación hemorrágica digestiva por lesiones agudas de la mucosa gástrica o duodenal. Las manifestaciones clínicas serán las comunes a todo cuadro agudo de hipovolemia, como hipotensión arterial, hipoperfusión, angor e insufiencia cardiaca. La transfusión inmediata de concentrados de hematíes y la administración de expansores del plasma constituyen las primeras medidas a emplear. o Miscelánea o Fiebre / sepsis Es un problema frecuente en el paciente post-operado, aunque sólo cursará con disnea cuando el proceso infeccioso afecte al pulmón. o Enfermedad neuromuscular Es muy infrecuente que se produzca problemas de esta naturaleza en el paciente post- operado. De todas formas debe tenerse prsente que hay enfermedades neuromusculares, no advertidas previamente a la círugia, que pueden tener su protagonismo en el post- operatorio inmediato, como consecuencia del acto anestésico o de la dificultad ventilatoria. o Ansiedad
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105.61 min, IC 95% 53.19 a 158.02; cuatro ensayos, 632 mujeres). • El grupo que recibió más fluidos también tuvo una menor tasa de cesáreas (RR 1.56, IC 95% 1.10 a 2.21; cuatro ensayos, 748 mujeres), si bien no hubo diferencias significativas entre los grupos en el número de partos vaginales asistidos (RR 0.78, IC 95% 0.44 a 1.40). • Hubo un caso de sobrecarga de fluidos. • La tasa de eventos fue baja para las puntuaciones bajas del Apgar a los cinco minutos, y no hubo diferencias significativas entre los grupos. Pareció haber una tendencia hacia un mayor número de bebés con bajas puntuaciones de Apgar en el grupo de 125 ml/hora (RR 4.35, IC 95% 0.97 a 19.51; tres ensayos, 689 recién nacidos). • No hubo evidencia que indicara que la cantidad de fluido IV afectara las tasas de ingreso a UCIN (RR 0.48, IC 95% 0.07 a 3.17). Suero fisiológico normal versus dextrosa al 5% IV: resultados maternos y neonatales • Esta comparación incluyó dos ensayos y no hubo diferencias significativas entre las mujeres que recibieron suero fisiológico normal IV y las que recibieron dextrosa al 5% IV 5% durante la duración media del trabajo de parto (DM –12.00 min, IC 95% –30.09 a 6.09), tasa de cesáreas (RR 0.77, IC 95% 0.41 a 1.43) o parto vaginal asistido (RR 0.59, IC 95% 0.21 a 1.63). No hubo datos estimables para sobrecarga materna de fluidos. • En un ensayo (91 mujeres), la hiponatremia materna (nivel de sodio < 135 mmol/L) fue mucho más probable en el
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los músculos, donde forman quistes (cisticercos). Las personas se infectan al comer los quistes en la carne de vacuno cruda o poco hecha. Gusano cestodo de la carne vacuna Síntomas y diagnóstico A pesar de que la infección no suele causar síntomas, algunas personas tienen dolor en la parte superior del abdomen y diarrea, y pierden peso. En ciertos casos, una persona infectada puede sentir que una parte del gusano sale por el ano. Por lo general, el diagnóstico se hace cuando se encuentra un trozo de gusano en las heces. El médico puede enganchar una cinta de celofán en el margen que rodea el ano y luego la coloca sobre una placa de cristal para examinarla al microscopio en busca de huevos de este parásito. Prevención y tratamiento La infección causada por este gusano puede evitarse cocinando la carne de vacuno a una temperatura mínima de 56 °C durante al menos 5 minutos. La persona infectada recibe tratamiento con niclosamida o praziquantel administrados por vía oral. A los 3 y 6 meses se vuelven a analizar las heces para tener la certeza de que la infección está curada. INFECCIÓN CAUSADA POR EL GUSANO DE LA CARNE DE CERDO (CESTODOS PORCINOS) Esta enfermedades una infección intestinal causada por el gusano adulto Taenia solium. La infección causada por el estado larval del gusano provoca cisticercosis. Las infecciones provocadas por el gusano del cerdo son frecuentes en Asia, la antigua Unión Soviética, Europa Oriental y América Latina. Esta infección es muy poco frecuente en los países desarrollados, excepto entre los inmigrantes y turistas provenientes de zonas de alto riesgo. El gusano adulto mide de 2,5 a 3,5 metros de largo. Está formado por una cabeza armada con varios ganchos diminutos y un cuerpo compuesto de 1 000 anillos que contienen huevos
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derecho a acceso igualitario a los servicios públicos de un país y a la atención médica. Para el médico, la pregunta “¿quién decide lo que es ético?” ha tenido hasta ahora una respuesta un poco distinta de la que tiene para la gente en general. Durante siglos, la profesión médica ha elaborado sus propias normas de conducta para sus miembros, que se expresan en los códigos de ética y políticas afines. A nivel mundial, la AMM ha elaborado una amplia gama de declaraciones éticas que especifican la conducta que deben tener los médicos, sin importar donde vivan y trabajen. En muchos o en la mayoría de los países, las asociaciones médicas han tenido la responsabilidad de elaborar y hacer cumplir las normas éticas aplicables. Estas normas pueden tener fuerza de ley, según el planteamiento que tenga el país sobre el derecho médico. No obstante, el privilegio de la profesión médica para poder determinar sus propias normas éticas nunca ha sido absoluto, por ejemplo: • El médico siempre ha estado sujeto a la legislación general del país y a veces han sido castigados por infringir las leyes. • Algunas organizaciones médicas reciben mucha influencia de las enseñanzas religiosas que imponen obligaciones adicionales a sus miembros, además de las aplicables a todos los médicos. • En muchos países, las organizaciones que establecen las normas para la conducta de los médicos, y controlan su cumplimiento, ahora tienen muchos miembros que no son médicos. Las directrices éticas de las asociaciones médicas son generales, no pueden abordar cada situación que el médico pueda experimentar en su consulta médica. En la mayoría de los casos, el médico debe decidir por sí mismo la manera correcta de actuar, pero al tomar dichas decisiones es útil saber qué harían los otros médicos en situaciones similares. Los códigos de ética médica y las declaraciones de políticas reflejan el consenso general sobre cómo deben actuar los médicos y deben seguirse, a menos que existan buenas razones para actuar de otra manera.
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LOS PROBLEMAS DEL MECONIO 37 Figura 4-8: Enfermedad de Hirschprung. a) Claves del enema diag- nóstico. Proyección lateral, sonda sin balón, introducción escasa. b) Confirmación quirúrgica. Figura 4-9: Enfermedad de Hirschprung. Control diferido. a) Índi- ce rectosigmoideo positivo como único signo de sospecha. b) Control a las 4 horas: delimitación precisa del segmento afectado. a b a b Figura 4-10: Aganglionismo cólico total. Veinte días de vida. Retraso de eliminación de meconio. Distensión abdominal progresiva con vómitos biliosos. Enema opaco inespecífico. Se descarta obstruc- ción orgánica. El clásico control a las 24 horas tiene, para nosotros, escaso valor. Hemos vivido tanto falsos positivos como negativos.3, 6 3. Contracciones descoordinadas en el segmento agangliónico. Aparecen sólo en un 20-30% de casos, pero su presencia es patognomónica y su apariencia, inequívoca en el estudio radioscópico.26 En ocasiones, esta morfología marginal aserra- da se extiende a todo el colon debido a contracción de las fibras musculares circulares, creando la imagen de «yeyuniza- ción del colon». Situaciones especiales Aganglionismo cólico total «Un cuadro clínico y radiológico de obstrucción intestinal baja, en el que el enema opaco muestra un colon absolutamente nor- mal y descarta, además, cualquier otra causa de obstrucción intes- tinal distal, sugiere aganglionismo cólico total».22 La conclusión de la revisión de Stranzinger22 define de forma precisa la dificultad del diagnóstico de aganglionismo cólico total, tanto en lo que se refie- re a la vertiente clínica como a la radiológica. Frente a lo que cabría esperar con un grado de afectación
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y tamaño corporal que les corresponde. Así, el médico puede diferenciar entre crecimiento alto o ba- jo, sobrepeso y peso bajo, delgadez y adiposidad. Emociones, inteligencia y comportamiento El crecimiento se muestra en el desarrollo emocional de los niños. La formación de una personalidad propia aparece con el esfuerzo de conse- guir una independencia y, a menudo, se expresa por medio de reacciones obstinadas. El niño supera pronto el primario miedo natural a la separa- ción. Los amigos y otras personas de referencia fuera del ámbito familiar ganan importancia. Evoluciona el lenguaje. Éste aparece por imitación y presupone una in- tensa observación. Los sonidos silábicos que pronunciaba el niño van siendo sustituidos por palabras. Se forma un pequeño vocabulario que se va ampliando continuamente y permite al niño, a partir aproximada- mente de los tres años, intercambiar palabras. La capacidad de entender el lenguaje se desarrolla más rápido que el propio acto de hablar. Si la evolución del lenguaje va por detrás de los propios pensamientos y de los 46 Osteopatía: una ayuda para su hijo deseos, podría ocurrir que el niño comenzara a tartamudear. Ésta es una aparición circunstancial que la mayoría de las veces desaparece cuando se alcanza la edad escolar. La inteligencia aumenta. Ya de lactantes los niños aprenden que para conseguir un fin existe un medio probado: llorar cuando se necesita al- go. La inteligencia se muestra también a partir de una experimentación activa con los propios juguetes. El juego exige una concentración y esti- mula la fantasía. Pronto el pensamiento se hace más complejo. El pensa- miento lógico y causal se solapan y forman un requisito para la posterior estancia en la escuela. El desarrollo corporal y emocional de los niños no ocurre de forma es- pontánea. Requieren de la actuación de influencias, lo mismo que suce- de con el tema de la higiene
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en la zona de irradiación en pa- cientes que previamente no recibieron linfadenectomía. ENFERMEDAD RESISTENTE A CASTRACIÓN Las células prostáticas y, por ende, las que conforman el CP dependen de los andrógenos para su crecimiento. En función de esta dependencia hormonal, la anulación de los andrógenos —ya sea a través de la castración quirúr- gica o mediante el empleo de análogos de la hormona LHRH, sola o en combinación con antiandrógenos— resulta en un control de la enfermedad en el 80% de los pacientes con CP avanzado. Sin embargo, la duración de este beneficio es limitada en el tiempo extendiéndose por término medio alrededor de unos 18-24 meses. Hasta fechas recientes, una vez alcanzado este estatus de no respuesta al bloqueo hormonal se hablaba de tumores hormonorrefractarios. Sin embargo, estudios recientes han puesto de manifiesto que, incluso en este estadio de la enfermedad, las células tumorales dependen en gran medida de los andrógenos para su crecimiento y supervivencia. Por ello, actualmente se desaconseja el empleo del término hormonorrefractario y se sugiere remplazarlo por resistente a la castración. El cáncer de próstata resis- tente a castración (CPRC) es un término amplio que engloba a una serie de pacientes de pronóstico hetero- géneo. Resulta importante definir con mayor exactitud criterios de progresión y respuesta al tratamiento que ayuden en el manejo y la clasificación de estos pacientes. En este sentido, en los últimos 15 años se han llevado a cabo distintos esfuerzos de colaboración. El Prostate Specific Antigen Working Group es- tableció en 1999 una serie de recomendaciones acerca de las definiciones de respuesta y progresión de acuerdo al PSA, pruebas de imagen convencionales y gamma- grafía ósea. La posterior introducción de una nueva sistemática general para la evaluación de la eficacia de nuevas terapias en oncología
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CONTRAINDICACIONES a. Absolutas: Vejiga vacía. Infección de la piel en la zona de la punción. Diátesis hemorrágica. b. Relativas: Distención abdominal evidente o visceromegalias. _______________________________________________________________________________________________________________________ Visión Institucional: “ Ser un CENTRO DE REFERENCIA nacional de problemas de mal nutrición y líder en la solución efectiva de patología pediátrica prevalente” 293 CENTRO DE PEDIATRIA ALBINA R. DE PATIÑO PROTOCOLOS DE ATENCIÓN MÉDICA PEDIATRICA ________________________________________________________ Anomalía genitourinaria o pelviana. EQUIPO Ropa quirúrgica estéril. Equipo de antisepsia Guantes estériles. Guantes descartables. Gasas. Jeringa estériles de 3 y 5 ml. Aguja N° 21 y 22, de 5 cm de longitud, preferentemente de bisel corto. Paños estériles. Antiséptico: povidona yodada o clor- hexidina. Recipientes estériles para recolectar orina. Dos portaobjetos para examen directo. TECNICA Inmovilizar al paciente en decúbito dorsal. Realizar asepsia de la piel en un área comprendida entre el ombligo y pubis. Palpar la región hipogástrica para identificar el globo vesical, señali- zando un punto situado en la línea media a 1cm por encima del pubis. Puncionar con aguja conectada en la jeringa, en el sitio de punción en dirección al coxis y en ángulo 10° a 30°, con relación a la perpendicular al plano frontal del abdomen hasta llegar a la vejiga, cuidando de no penetrar más de 2 cm. Traccionar de modo suave el embolo de la jeringa, simultáneamente a la introducción cuidadosa de la aguja hasta obtener la orina. Se percibe un cambio en la resistencia al entrar en la vejiga. Aspirar en forma suave y lenta.
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a la etiología y control de las infecciones. La cirugía se irguió como rama de la medicina científica con la apertura de cavidades merced a la antisepsia propuesta por Pasteur y aplicada por Lister, y a la anestesia. La síntesis de la escuela miasmática y de la bacteriológica, dieron fundamento científico al control del medio ambiente como factor patógenico. En la segunda mitad del siglo XIX se construyeron grandes obras de saneamiento urbano (agua potable, cloacas) que redujeron la morbimortalidad. El estudio de John Snow del brote de cólera de Broad Street (Londres, 1852), considerado modelo de epidemiología, permitió el control de la epidemia con la sola clausura de la fuente de agua, décadas antes de que Koch descubriera el vibrión. Estos progresos aumentaron la oferta de servicios y dieron nacimiento a las instituciones médicas que debían reunir el personal y los equipos en un “espacio” especializado. Fue entonces cuando el hospital dejó de atender diversos tipos de indigentes, para dedicarse a los enfermos y constituirse en entidad medicalizada. La actividad nuclear del médico pasó a ser hospitalaria, y los pacientes privados, hasta entonces atendidos en sus casas, requirieron ahora clínicas donde se pudiera reunir la tecnología disponible. Se iniciaba también la formación de enfermeras en la escuela fundada por Florence Nightingale a partir de 1860 [Cuadros 23.a y 23.b]. 35 El francés Bichat acercó la Medicina a las Ciencias Exactas e inició la mentalidad Anatomoclínica que compartió Laennec. Magendie, discípulo de Bichat, hizo experimentación farmacológica en animales con estricnina, morfina y otras sustancias. Claude Bernard fue su discípulo. 36 La Fisiología recibió aportes de los alemanes Helmholtz (s. XIX) y Ludwig (s. XIX) del inglés Sherrington y del ruso
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persistente, inestabilidad hemodi­ námica, evidencia de tejidos retenidos infectados, contraindicación para el tratamiento médico o sospecha de enfermedad trofoblástica gestacio­ nal. Se debe ofrecer la evacuación quirúrgica del útero a las mujeres que prefieran esta opción. Para la histerotomía o la histerectomía se requiere el mismo cuidado preoperatorio que para la cirugía mayor y suelen ser técnicas de última elección por las mayores tasas de morbilidad y mortalidad en compara­ ción con otros procedimientos. La histerotomía se realiza cuando han fracasado los restantes procedi­ mientos, aunque en determinados casos puede ser de elección cuando la extracción por vía vaginal sea difícil. Patología obstétrica general durante el embarazo 173 La histerectomía solo esta indicada cuando además de la indicación de la evacuación uterina, se pretenda resolver otro problema ginecológico. D. Anestesia. El dolor se produce con la dilatación y tracción del cérvix, con la aspira­ ción y el legrado de la cavidad uterina. El legrado por aspiración anestesia local en gestaciones de poca evolu­ ción. El bloqueo paracervical es efectivo para el alivio del dolor asociado con la tracción del cérvix y con la dilatación cervical, pero es mas limitado en el dolor producido por la aspiración o el legrado. La anestesia local se utiliza raramente en España o en el Reino Unido. Otras técnicas complementarias o alternativas serian la combinación de anestesia local con sedación consciente (oral o intravenosa) o la adminis­ tración de anestesia general. E. Estudio histológico. Se debe examinar el tejido extraído para confirmar que son restos aborti­ vos, que su cantidad es adecuada y para descartar la presencia de tejido extraño como grasa. No se recomienda el estudio histológico rutinario de los restos abortivos, aunque sí estaría indicado cuando
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mililitros de infusión que se pasan en 24 horas, éstos (ml) se dividen /10 y nos dan las unidades aproximadas de NPH que utilizaremos al día. (la dieta en kcal se otorga en quintos). Ejemplo: Niño de 20 kg. En él al comer (Es decir 8, 14 y 20 horas) automáticamente tenemos 6 horas en que la insulina pasa al máximo. Esto es: 20 cc por hora, para un total de 120 ml. Suponiendo que durante 2 horas pasa a 10 cc por hora (Total 20 ml). Durante 8 horas pasa a 5 cc por hora (Total 40 ml) y finalmente 8 horas pasa a 2.5 cc por hora (Total 20ml) y ya son las 24 horas de un día, con un total de 200 ml, resultando 200 /10 = 20 U de NPH, las cuales se pasarán 2/3 en la mañana y 1/3 en la noche. Es decir: Insulina NPH 13 U (SC) 20 minutos antes del desayuno (08:00 horas). Insulina NPH 7 U (SC) 20 minutos antes de la cena (20:00 horas). - En lactantes la NPH se pone sólo 15 minutos antes. Para monitorización de la glucemia se toman dextrostix preprandiales y a las 03:00 horas a.m. con lo cual se monitoriza la glucosa cada 6 horas aproximadamente. - La NPH tiene su acción máxima a las 10-12 horas. - La insulina de acción rápida presenta su acción máxima a las 4-6 horas. Esquema lineal. - Si hay hiperglucemia a las 20 horas, se aumenta la NPH de las 8 horas. Si hay hiperglucemia a las 14:00 horas y glucemia normal a las 20 horas, es cuando se utiliza la insulina de acción rápida (IAR), 1/5 parte de la NPH utilizada, para el ejemplo previo de paciente con 20kg serían (17/5= 3.4), 3U de IAR, se administra
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5 5 6 4 4 0,8 5 5 0,7 5 5 0,9 5 5 1 Largo del filtrum 7 8 1 8 8 1 8 8 0,9 8 8 0,9 9 8 0,9 Nasión-mentón 54 53 2 53 53 3 54 53 3 53 53 3 53 51 11 Bicigomática 74 75 7 76 75 3 76 77 3 78 78 3 76 73 15 Intercomisural 26 25 3 29 27 3 27 29 8 27 27 8 28 27 5 Linea media- -comisura oral 15 17 3 17 17 1 17 17 1 17 17 3 17 17 5 Largo del pabellón auricular 33 32 3 32 32 2 33 33 2 35 35 3 35 33 7 Ancho del pabellón auricular 22 21 1 21 21 1 21 21 1 22 22 9 22 21 5 Nasión-trago 69 70 1 70 70 3 70 70 3 72 70 3 71 68 13 Canto externo-trago 45 45 2 45 44 1 44 44 2 44 44 2 44 43 9 Nasión-trago 70 71 2 72 71 2 73 72 2 73 73 4 73 71 10 Comisura oral-trago 59 59 3 59 59 3 68 70 3 61 60 3 60 59 3 Mentón-trago 69 69 3 70 69 3 70 70 3 71 70 9 68 68 13 En milímetros; peso en gramos; X: Promedio; Md: Mediana; D.E.: Desviación
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perférica, asma grave, infiltra- dos pulmonares migratorios, mono- o poli- neuropatía y eosinofilia extravascular. Conta- mos con los criterios diagnósticos definidos por la American College of Rheumoatology (ACR) en 199025 (Tabla 5). Encontramos positividad para los ANCA en uno de cada tres pacientes afectos5. Tabla 5. Criterios de clasificación del Síndrome de Churg-Strauss. ACR, 1990 Al menos cuatro de los seis siguientes: 1. Asma 2. Eosinofilia periférica >10% 3. Mono- o polineuropatía, atribuible a vasculitis sistémica 4. Infiltrados pulmonares migratorios 5. Anormalidades de los senos paranasales 6. Eosinofilia extravascular: biopsia incluyendo arterias, arteriolas o vénulas mostrando acúmulos de eosinófilos en áreas extravasculares Protocolos • Granulomatosis de Wegener, Arteritis de Takayasu, síndrome de Churg-Strauss, vasculitis... 146 ©Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente. Protocolos actualizados al año 2014. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/ ISSN 2171-8172 Existen diversas publicaciones que relacionan esta vasculitis con el tratamiento con antago- nistas de leucotrienos, y otras que niegan esta relación, pero en ninguno de estos estudios se han incluido niños. Encontramos un caso pu- blicado, en el que una niña de siete años, as- mática en tratamiento con corticoides inhala- dos y montelukast, desarrolla síndrome de Churg-Strauss26. En cuanto a las manifestaciones clínicas, en el momento del diagnóstico, todos presentan infiltrados pulmonares y neuropatía (especial- mente mononeuritis múltiple), y un 83% in- fección
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Neurol 1997;41:287-288. 7. French Cooperative Group on plasma exchange in Guillain-Barré syndrome: one year follow-up. Ann Neurol 1992,32:94-97. 8. Plasma exchange/Sandoglobulin Guillain-Barré Syndrome Trial Group. Randomized trial of plasma exchange, intravenous inmunoglobulin and combined treatment in Guillain-Barré syndrome. Lancet 1997;349:225-230. 9. The French Cooperative Group on Plasma Exchange in Guillain-Barré Syndrome. Appropiate number of plasma exchanges in Guillain-Barré Syndrome. Ann Neurol 1997;41:298-306. 10. Guillain-Barré Syndrome Steroidal Trial Group. Double-blind stydy of intravenous methylpredinisolone in Guillain-Barré syndrome. Lancet 1993;341:586-590.
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región anterior y superior del mediastino. Esta situación sobre todo se observa en las LAL de estirpe T. Además, es importante efectuar una serie ósea metastásica con el fin de documentar cualquiera de las lesiones observadas en huesos largos, las cuales pueden ser placas de detención de crecimiento en los huesos largos, lesiones líticas por lo general diseminadas, levantamientos periósticos y en forma ocasional lesiones sobre las grandes articulaciones caracterizadas por sinovitis. En la radiografía simple de cráneo se puede observar, sobre todo en el paciente por abajo de los 18 meses de edad, separación de las suturas principalmente la coronal, así como lesiones líticas de tamaño muy pequeño. Dado que las leucemias son un grupo heterogéneo de padecimientos pero con la característica común de ser sistémicos los estudios regionales como ultrasonido abdominal, urografía excretora y otros, no aportarán datos de importancia para el padecimiento y por lo tanto, deberá valorarse su indicación y/o utilidad en cada caso en particular. Lesiones líticas en huesos largos en un paciente con LAL. Diagnóstico diferencial Como se ilustra en el cuadro 12 éste es sumamente amplio; por un lado existen padecimientos benignos los cuales pueden en un momento dado semejar una leucemia aguda. En este grupo de enfermedades debe hacerse énfasis que la fiebre reumática al afectar las grandes articulaciones, producir fiebre y malestar general puede semejar una leucemia aguda linfoblástica. De hecho 25% de los pacientes con LAL presentan al momento del diagnóstico fiebre y ataque articular. Otros padecimientos autoinmunes como la artritis reumatoidea (enfermedad de Still) condicionan también fiebre, malestar general, dolor articular de pequeñas articulaciones que en un momento inicial sea difícil de distinguirla de una LAL. Lo importante en estos pa decimientos es que a la exploración física no existen adenopatías generalizadas,
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gestacional, síndrome hipertensivo del embarazo, macrosomía fetal, amenaza de parto prematuro, malformaciones congénitas, etc). La secuencia establecida es mensualmente hasta las 28 semanas de amenorrea, cada tres semanas hasta las 34 semanas de amenorrea, cada dos semanas hasta las 36 semanas de amenorrea, y posteriormente, cada siete días hasta las 41 semanas de amenorrea. Esto significa que si una paciente ingresa a las 8 semanas y resuelve su parto a las 40 semanas, contabilizará trece controles prenatales que pueden ser considerado un exceso, a no ser que al menos tres de ellos sean destinados exclusivamente a educación materna. Si los recursos humanos son escasos se puede realizar un adecuado control prenatal concentrando las atenciones en el tercer trimestre (ejemplo: antes de las 20 semanas, 28, 34, 36, 38 y 40 semanas), pero con una importante educación materna (individual o grupal), especialmente en lo relevante a síntomas y signos de alarma. Las acciones y procedimientos que se deben realizar en el control prenatal de la embarazada de bajo riesgo se resumen en la Tabla IV Faúndez A: Control Prenatal. En: Obstetricia. Pérez Sánchez, A., Donoso Siña, E. Eds. Publicaciones Técnicas Mediterráneo Ltda. Capítulo 12 - Segunda Edición, página 156-167, 1992. TABLA I FACTORES DE ALTO RIESGO OBSTETRICO PERINATAL Factor Puntaje ANTECEDENTES OBSTETRICOS - Primípara precoz (< 17 años) 2 - Primípara tardía (> 35 años) 2 - Gran multípara 1 - Mayor de 40 años 1 HISTORIA OBSTETRICIA - Infertilidad 2 - Aborto provocado 2 - Aborto habitual 3 - Mortalidad perinatal 3 - Malformaciones congénitas 2 - Bajo peso de nacimiento 3 SOCIOECONOMICAS - Extrema pobreza 2 - Analfabetismo 1 -
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20 meq/suero) Guía de urgencias médicas en traumatología Capítulo 3 Analgesia y sedación Enrique Cabrera Fernández Conceptos de interés o Sedoanalgesia ideal: Estado que permite tolerar al paciente dolor o procedimientos dolorosos manteniendo de forma adecuada la función cardiorrespiratoria y la capacidad de respuesta a estímulos verbales o táctiles. o Niveles de sedación: Escala de Ramsay. - Nivel 1- paciente despierto, ansioso o agitado. - Nivel 2- paciente despierto, tranquilo, orientado y colaborador. - Nivel 3- despierto, pero sólo responde a órdenes. - Nivel 4- dormido con respuesta rápida a órdenes. - Nivel 5- dormido con respuesta tardía. - Nivel 6- sin respuesta. Se considera sedación consciente, la comprendida entre el nivel 2 y el nivel 3. Con niveles de sedación profunda o inconsciente (nivel > 4) puede haber depresión o parada respiratoria, pérdida de reflejos y la posibilidad de broncoaspiración. o Analgesia multimodal: La asociación de fármacos analgésicos con distinto mecanismo de acción que consigue mayor potencia analgésica y menos efectos secundarios, permitiendo disminuir las dosis de los fármacos empleados. o Coanalgesia: uso de fármacos potenciadores del efecto analgésico, no analgésicos (de elección, benzodiacepinas) Procedimiento general de sedoanalgesia o Valoración Inicial: ABCD, obtenga una historia clínica orientada: - Alergias. - Patologías médicas (EPOC, roncador, apnea del sueño, reflujo gastroesofágico). - Malas experiencias en sedaciones previas. o Valore si el paciente lleva horas de ayuno suficientes para que se haya producido el vaciado gástrico - Sólidos, leche: 6-8 horas. - Líquidos claros
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sexuales de protegerse a sí mismas y a sus parejas. Estas participantes eran pobres y tenían relaciones ocasionales y no estables. Comenzaron a hablar sobre la presión que sufren las mujeres pobres para intercambiar sexo por dinero u otro tipo de apoyo. La moderadora debió haber sondeado la idea de que las mujeres pobres son más vulnerables. Debe- ría haber pedido a las participantes que hablaran más acerca de lo que significa ser soltera y qué pueden hacer las mujeres pobres y económicamente depen- dientes para protegerse contra el SIDA. Ahondar en las respuestas podría haber permitido obtener infor- mación enriquecida sobre la adopción de decisiones en materia sexual y las barreras a la protección en este grupo muy vulnerable. 232 INVESTIGACIÓN APLICADA EN SALUD PÚBLICA: MÉTODOS CUALITATIVOS COMENTARIOS GENERALES Las primeras dos preguntas son preguntas generales de exploración y pueden ser respondidas rápidamen- te. Si la respuesta a ambas es afirmativa, se puede pro- seguir con las preguntas siguientes. Se presentan en cursivas una serie de sugerencias para recordar al investigador por qué es importante la pregunta. Hay que destacar que no es necesario seguir todas estas sugerencias. Varias de las preguntas piden una respuesta en una escala que abarca desde “sí” hasta “no”. Cuando hay preguntas secundarias, se tratará de responder a estas primero y luego se sintetizarán las respuestas en una respuesta global haciendo una cruz en la escala. Las 10 preguntas han sido elaboradas mediante la colaboración del Programa de Habilidades de Apre- ciación Crítica (CASP, por su nombre en inglés) a nivel nacional para las metodologías cualitativas. Preguntas generales 1. ¿Hubo una definición clara de los propósitos de la investigación? ___________ ___________ Sí No Sugerencias: ¿Qué tratan/trataban de averiguar? ¿Por qué es importante? ¿Cuál es su trascendencia? 2. ¿Es apropiada una metodología
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cutido(27,28). En la enfermedad pulmonar intersticial (EPI) el valor del LBA es controvertido. A pesar de ello, sus resultados permiten diferenciar la existencia o no de esta patología y su estadio evolutivo(29), aportan información sobre el patrón celular y pueden ayudar a valorar el proceso inflamato- rio alveolar y a orientar el diagnóstico(2). En ni- ños inmunocomprometidos o con SIDA, el LBA puede evitar la biopsia en el diagnóstico de la neumonía intersticial linfoide pero, aunque re- fleja el grado de inflamación pulmonar(30), no in- forma del curso evolutivo posterior(31). Otra aportación interesante del LBA, se ob- tiene de los datos obtenidos en los lactantes con diversas patologías. En la actualidad algunos es- tudios aplicando esta técnica o/y biopsias bron- quiales en lactantes y preescolares con clínica broncoobstructiva persistente o recidivante, han dado a conocer el tipo de inflamación que ca- racteriza los distintos fenotipos de sibilancias, permitiendo así explicar los mecanismos pato- génicos y la distinta forma de responder al tra- tamiento antiinflamatorio. Aunque no siempre la tipificación es posible, los neutrófilos son las células predominantes(32), sobre todo en los ni- ños menores de 3 años con sibilancias recu- rrentes graves(33), o con tos crónica, en los que se detecta una bronquitis bacteriana(34), sin em- bargo en otros con determinadas características fenotípicas, pueden predominar los eosinofi- los(35). Estas diferencias también se contemplan en los LBA de los lactantes con bronquiolitis, en los que existe un aumento del número de neu- trófilos, y en los que sufren una exacerbación 85 TABLA I. Utilidad del lavado broncoalveolar en el diagnóstico de las enfermedades pulmonares (Modificado de
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prestigiosas y mejor remuneradas que otras; la segunda está en las especialidades, en la que la académica tiene más influencia que la práctica privada o pública; la tercera tiene relación con la atención de pacientes específicos, en la que el que presta atención primaria está al comienzo de la jerarquía y los otros médicos, incluso con más autoridad o conocimientos, sirven simplemente como consultores, a menos que el paciente le sea destinado a su cuidado. En el plano externo, los médicos por tradición han estado al comienzo de la “Los médicos forman parte de una profesión que ha funcionado tradicionalmente de una manera muy jerárquica…” “… el modelo de toma de decisiones cooperativo ha reemplazado al modelo autoritario que era característico del paternalismo médico tradicional.” 84 85 Manual de Etica Médica – Características principales de la ética médica Manual de Etica Médica – El médico y los colegas responsabilidades éticas específicas hacia los pacientes, si su percepción de estas responsabilidades entra en conflicto con las órdenes de los médicos, estiman que deben cuestionar las órde- nes o incluso desafiarlas. En cambio en el modelo jerárquico de autoridad nunca se dudó de quien estaba a cargo y quien debía prevalecer en caso de conflicto, el modelo cooperativo puede producir polémica sobre la atención apropiada para el paciente. Estos avances están cambiando las “reglas del juego” en las relaciones de los médicos con sus colegas y los otros profesionales de la salud. El resto de este capítulo identifica algunos aspectos problemáticos de estas relaciones y sugiere cómo tratarlos. RELACIONES CON COLEGAS MÉDICOS, PROFESORES Y ESTUDIANTES Por formar parte de la profesión médica, siempre se ha esperado que los médicos se traten entre ellos como miembros de una familia, más que extraños o incluso amigos. La Declaración de Ginebra de la AMM incluye esta promesa: “prometo considerar como hermanos y hermanas a mis colegas”. La interpretación
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condicionar depresión re- piratoria o dolor, estrés, disfunción autonómica, como la bradicardia y el laringoespasmo. Para evitarlo será crucial escoger adecuadamente la medicación y su dosis. Fraccionar la dosis total y utilizarla según necesidad, y monitorizar al pa- ciente. En ocasiones puede ser necesario la uti- lización de antídotos para revertir los efectos de los mórficos y las benzodiacepinas. Tras la ad- ministración de naloxona se puede observar el pasar de la sedación a la irritabilidad. Éstas pueden deberse al mismo fármaco. La lidocaína puede condicionar una estimulación del SNC, con convulsiones, irritabilidad y esca- lofríos. Estos efectos secundarios pueden deberse a una sobredosificación o a una idiosincrasia. En caso de sueño prolongado durante horas de- be asegurarse un aporte adecuado de manteni- miento. Las reacciones alérgicas son raras en ni- ños, pero siempre será importante preguntar por antecedentes patológicos, ya que el riesgo au- menta en los ya explorados previamente. Algu- nos anestésicos pueden provocar una liberación directa de histamina. 48 Otras complicaciones pueden ser las deri- vadas de la no adecuada fijación e inmoviliza- ción del paciente a la mesa de exploración (ca- ídas al suelo, arrancamiento del fibrobroncos- copio). La frecuencia de complicaciones varía am- pliamente según diferentes autores, dependien- do del número de pacientes, tipo de instrumen- to utilizado, las características de los pacientes incluidos y tipo de procedimiento realizado, aun- que es una constante la disminución progresiva de las mismas. Las complicaciones en función de la grave- dad las podríamos clasificar en mayores y me- nores (Tabla I). Las mayores se presentarían en- tre el 0,3 y 1,5 de los procedimientos y las me- nores entre el 0,8 y el
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lobar y fallo en el destete del respirador con intolerancia a la extubación traqueal. Es común cierto grado de daño epitelial tras la intubación endotraqueal, variando desde una necrosis focal epitelial sobre los cartílagos aritenoides o las cuerdas vocales hasta una necrosis extensa de la mucosa traqueal. Cuando las lesiones son superficiales suelen resolverse sin secuelas en el tiempo, pero a veces ocurrirá una estenosis subglóti- ca secundaria a la intubación endotraqueal que es variable según las distintas publicacio- nes, si bien oscila entre un 1,7% y un 8% en los estudios retrospectivos, y entre un 9,8% y un 12,8% en los estudios prospectivos17. Las manifestaciones clínicas incluyen estridor posextubación, llanto disfónico, apnea y bradicardia, fallo para tolerar la extubación y cianosis o palidez. El estridor posextubación es un marcador importante de la presencia de estenosis sub- glótica o injuria laríngea, aunque a veces la apnea puede sustituir al estridor en niños muy prematuros debido a su fatigabilidad y paradójica respuesta a la hipoxemia. Los factores de riesgo relacionados con el daño laríngeo y la estenosis subglótica inclu- yen la intubación durante siete o más días y tres o más intubaciones. Los esfuerzos para redu- cir el tiempo de intubación, o incluso evitarla, se han asociado con una disminución de las estenosis subglóticas. De hecho, en 201 niños prematuros sometidos a CPAP nasal en lugar de ventilación mecánica con intubación endotraqueal, no se encontró ningún caso de estas Figura 3. Desarrollo pulmonar, daños potenciales y tipos de injuria pulmonar15. 107 PATOLOGÍA RESPIRATORIA CRÓNICA EN EL PREMATURO patologías18. El tamaño demasiado grande del
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aparecía un ángel. De alguna forma, hemos sobrevivido de un año para otro. Si un programa cubre una nece- sidad, entonces los clientes y los donantes siempre encuentran el camino hasta su puerta. añadir la tan necesitada perspectiva paterna. Este encuentro siempre es bien recibido y tiene mucho éxito para estimular una reflexión profunda sobre la metodología. Padres sordos En algunas ocasiones, hemos tenido padres sordos de niños sordos en la guardería. Generalmente, esto no ha tenido éxito. Los padres sordos reaccionan de manera muy diferente al tener un niño sordo que los padres oyentes (Halpern, 1989). Raras veces tienen una reacción de dolor. Un padre me dijo: “Estoy contento de que mi hijo sea sordo. No sabría cómo criar a un niño oyente”. Las mayores dificultades que he encontrado con los padres sordos se daban en el grupo de apoyo. La presencia de una madre sorda limitaba a las madres oyentes, haciendo difícil para ellas expresar su consternación por la sordera de su hijo. Cada vez que lo hacen, la madre sorda dirá: “La sordera no es tan mala, mírame a mí”. Los padres la mirarían y lo que verían sería un adulto con un habla poco inteligible que tiene que depender de un intérprete. Pero no podrían expresar su dolor abierta- mente —no sería “correcto”— y, en ese momento, me faltaban las herramientas necesarias para hacer lícitos sus sentimientos. Ahora sé que si tenemos un padre sordo en un grupo con padres oyentes, tendré que enfrentarme a todo el grupo sobre cómo se sienten en relación con el padre sordo. Esto sería incó- modo para todo el mundo, pero sería necesario para animar la clase de comunicación abierta que un grupo necesita para fun- cionar adecuadamente. En los primeros momentos de enfrentamiento con la reali- dad, los padres se mueven de la negación a la resistencia. En dicha resistencia, se
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terapéuticas, así como los resultados de la numerosa experiencia de los autores. 4. Callís LM, García-García L, Martin-Govantes J. Síndrome Nefrótico. Informe oficial de la Sección de Nefrología Pediátrica. An Esp Pediatr 1982; 17: 354-358. Exposición de los criterios, consensuados, de los distintos grupos de la Sociedad Española de Nefrología Pediátrica sobre el diagnóstico, pronóstico y tratamiento del SN infantil. 5. Cambon H, Thomson A, Bouissou F, Abdal M et al. HLA et BF dans le syndrome nephrotique idiopatihque de l'enfant: differences entre les formes corticosensibles et corticoresistantes. Pathol Biol 1986; 34: 725-730. Amplia revisión de las anomalías halladas del HLA en el SN infantil. 6. Churg J, Habib R, White RHR. Pathology of the nephrotic syndrome in children. A report for the International Study of Kidney Diseases in Children, Lancet 1970;1:1299-1302. Exposición de los datos anatomopatológicos del SN infantil según el estudio del ISKDC. Se nota la falta de la presencia del grupo de Habib. 7. Donckerwolcke RA, Vande Walle JG. Pathogenesis of edema formation in the nephrotic syndrome. Kidney Int 1197;51 (Suppl 58):S-72-S-74. Interesante puesta al día de los actuales conceptos sobre la teoría de la reabsorción primaria de sodio en la génesis del edema nefrótico. 8. Elsouki AY, Jaiswal OP. Evaluation of chlorambucil therapy in steroid-dependent and cyclophosphamide-resistant children with nephrosis. Pediatr Neprhrol 1990; 4: 459-462. Uno de los pocos artículos que comentan una buena experiencia en el empleo del clorambucil, similar a la nuestra. 9. International Study of
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T, Busljeta I, Macan J, Plavec D, Turk R. Hou- sehold chemicals: common cause of unintentional poi- soning. Arh Hig Rada Toksikol 2000; 51: 401-7. 5. Lovejoy FH Jr, Nizet V, Priebe CJ. Common etiologies and new approaches to management of poisoning in pediatric practice. Curr Opin Pediatr 1993; 5: 524-30. 6. Mintegui Raso S, Benito Fernández J, Vázquez Ron- co MA, Fernández Landaluce A, Gortázar Arias P, Grau Bolado G. Intoxicaciones en Urgencias: cambios epi- demiológicos en los últimos 10 años. An Esp Pediatr 2002; 56: 23-9. 7. Molina Cabañero JC. Intoxicaciones no medicamen- tosas. En: Casado Flores J, Serrano A, editores. Urgen- cias y tratamiento del niño grave. Madrid: Ergon; 2000. p. 516- 23. 8. Denis R. Benjamín, M.B., B. Ch. Mushroom poisoning in infants and children: The amanita pantherina/mus- caria group. Journal of Toxicology - Clinical Toxico- logy 1992; 30: 13-22. 9. Jander S, Bischoff J, Woodcock BG. Plasmapheresis in the treatment of Amanita Phalloides poisoning: II. Areview and recommendations. Ther Apher 2000; 4: 308-12 10. Broussard CN, Aggarwal A, Lacey SR, Post AB, Gram- lich T, Henderson JM, et al. Mushroom poisoning – From diarrhea to liver transplantation. Am J Gastroen- terol 2001; 96: 3195-8. 11. Koppell C. Clinical symptomatology and management of mushroom poisoning.Toxicon 1993; 31: 1513-40. 12. Andrew K Chang MD. Toxicity, Mushroom – Ama- toxin. www.emedicine.com/emerg/toxicology. 13. Reed